
Editorial por Luis Molina
Sacando a pasear a mi perrito unos días atrás me quedé boca abierta, una niña de ojos azules y pelo rubio americana e hija de padres americanos me saludó en español y pues yo pensé que nomás sabía decir “hola cómo estás” pero que sorpresa me llevé.
De inmediato empecé a hablar en español y lo hablaba sin ni siquiera notar mucho acento. Le pregunté que cómo es que sabía el español y me comentó que es algo que quería aprender y que sus padres la inscribieron en un programa de la escuela desde que la comenzó desde pequeñita.
Esta niña con tan solo 8 añitos habla el español perfecto y obvió su lengua materna que es el inglés también. Esto me hizo pensar en cómo estos padres están viendo lo importante de hablar dos idiomas en USA y en este caso el español e inglés que es lo que más predomina. ¿Por qué estos padres lo hacen? Por qué comprenden el gran beneficio de que sus hijos hablen estos dos idiomas y así tendrán más oportunidades cuando crezcan, entre eso mejores trabajos y mejor remunerados.
Por otra parte, da tristeza que hay hijos de padres latinos que ya están perdiendo el idioma y más triste aún que los padres o abuelos muchas veces no hablan inglés, así que ya nos podemos dar cuenta de la mala comunicación que existe entre estas familias.
Aquí la mayor culpa no es de los hijos sino de los padres que permiten que sus hijos crezcan sin el idioma materno lo cual en vez de ser una gran ayuda les perjudica.
Padres esfuércense para que sus hijos no pierdan el español, siempre van a tener mayores ventajas y mejores oportunidades ya que muchas empresas cuando contratan muchas veces prefieren a jóvenes que hablen los dos idiomas.