Por Maria Erazo/Estratega Financiera y de Marca en Maria Erazo Enterprises
Un buen líder debe ser un experto en prestar atención al detalle.
Líder no es solo aquella persona que dirige un grupo o tiene como cargo representar a otros. Ser un líder implica más que ir al frente de la batalla; ser líder reside en la habilidad de traer lo mejor de cada uno de sus empleados o grupo para un mayor y mejor resultado.
Pero, ¿cómo se logra esto?
Un líder debe observar desde los pequeños detalles hasta los más avanzados e ir tratando con cada uno de ellos hasta armar el gran rompecabezas. Un líder debe ser capaz de desarrollar estas habilidades a través de experiencias, capacitaciones, observación, etc. El líder que está encerrado en el mismo círculo, dentro de su área de confort y no se sigue educando constantemente, no podrá desarrollar esas habilidades únicas que deberá desempeñar a la hora de dirigir. Por ejemplo, imagínate un gerente de ventas aplicando los mismos conceptos que aprendió 10 años atrás; éste se vuelve obsoleto e incompetente en el mundo de los negocios y ventas. Educarse no es cuestión de universidad o instituciones prestigiosas, esta es la constante disciplina por adquirir más conocimiento (sea desde tu casa, con un mentor, etc.).
Ahora en día vivimos en un mundo lleno de información accesible; estamos constantemente rodeados de las personas claves que nos podrán ayudar. Sin embargo, nos encerramos en la rutina de los quehaceres laborales/personales en vez de prestar atención a los detalles que servirán como una lección de liderazgo.
Pregúntate a ti mismo, ¿cuándo fue la última vez que interactúe con alguien de diferente cultura? Y ¿Qué aprendí?, ¿Cuándo tomé una caminata por la ciudad y presté atención a los pequeños negocios a mi alrededor? Y ¿Noté su estrategia de marketing?, ¿Cuándo tomé un curso, me entrené/capacité o me reuní con mi mentor por última vez? ¿Qué aprendí de mí mismo?
La lista de preguntas puede seguir y seguir, pero lo más importante es si estamos avanzando como líderes y desarrollando habilidades para poder ver, entender y confrontar nuestro mundo.
Toma el tiempo y dedícalo a prestar atención a los detalles, y tendrás una mayor cosmovisión y empatía al momento de dirigir a otros.