Washington, 5 nov (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
Las acusaciones «infundadas de deficiencias sistemáticas» del proceso electoral en Estados Unidos, en particular por parte del presidente Donald Trump, «dañan la confianza pública en las instituciones democráticas», advirtió este miércoles una misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
En un comunicado, los observadores de la OSCE en las elecciones de EE.UU. se pronunciaron sobre el desarrollo de la jornada del martes, cuando los estadounidenses estaban convocados a las urnas para elegir su próximo presidente entre el actual mandatario y el candidato demócrata, Joe Biden.
«Después de una campaña tan dinámica, asegurarse de que se cuente cada voto es una obligación fundamental para todos los poderes del Gobierno», señaló Michael Georg Link, coordinador especial y líder de la misión de observación a corto plazo del organismo europeo, en un comunicado.
Según la misión de observación, la elección de este martes fue «reñida» y «bien administrada, a pesar de los muchos desafíos causados por la pandemia de la covid-19».
Los observadores puntualizaron que la campaña electoral estadounidense estuvo caracterizada por «una polarización política profundamente arraigada, que a menudo oscureció el debate político más amplio e incluyó acusaciones infundadas de fraude sistemático».
«Las acusaciones infundadas de deficiencias sistemáticas, en particular por parte del presidente en ejercicio, incluso en la noche de las elecciones, dañan la confianza pública en las instituciones democráticas», afirmó el funcionario.
Este miércoles y apenas horas después de que se conocieran las primeras proyecciones de voto, Trump denunció un «fraude» electoral sin aportar pruebas y amenazó con recurrir al Tribunal Supremo para detener el recuento de votos, mientras Biden pidió paciencia hasta tener los resultados.
A lo largo de la jornada, la campaña de Trump desafió el escrutinio en al menos cuatro estados clave, los de Wisconsin, Michigan, Pennsylvania y Georgia.
Por su parte, la jefa de la delegación de la Asamblea Parlamentaria de la OSDE, Kari Henriksen, defendió, según el comunicado, «el derecho a votar y a que ese voto sea contado» como «uno de los principios más fundamentales de la democracia».
Sin embargo, expresó su preocupación, en un contexto de pandemia y ante un aumento de la votación por correo, por «los intentos por restringir el conteo de los votos emitidos legalmente».
Desde hace meses, Trump ha sembrado desconfianza en el voto por correo -a pesar de que no hay pruebas de que se pueda llevar a un fraude generalizado-, y el pasado domingo adelantó que planeaba iniciar un litigio en el estado clave de Pensilvania si éste era ajustado.
«Esta elección no ha terminado y permaneceremos aquí en Washington DC y en estados claves de todo el país hasta que termine», apuntó Urszula Gacek, jefa de la misión de observación de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (OIDDH) de la OSCE.