Tucson (AZ), 30 ene (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).- El movimiento santuario en EE.UU. registró un crecimiento de 800 a 1.100 iglesias y congregaciones que dan refugio a indocumentados durante el primer año de la presidencia de Donald Trump, según un informe divulgado hoy.
El análisis detalla, además, que 37 personas han solicitado refugio de ese modo el último año, mientras que en 2016 fueron 5 y otras 3 en 2015.
El grupo «Santuario No Deportación» y la Church Word Service (CWS), a cargo del informe, indicó que 36 de esos inmigrantes aún permanecen refugiados en los templos.
Según el informe «Santuario en la era de Trump, el crecimiento del movimiento a un año de la administración Trump», se prevé que el aumento continúe a medida que el gobierno endurezca sus políticas migratorias y no se materialice una reforma.
Recordó que entre 2014 y 2016 unas 400 iglesias ofrecían santuario, mientras que en enero de 2017, cuando asumió Trump y prometió duras medidas en contra de la inmigración indocumentada, esta cifra se duplicó a 800.
El informe resalta que en 25 estados de EEUU está presente el movimiento y que éste ha crecido en regiones que anteriormente no estaban relacionadas con el flujo de los inmigrantes como Carolina del Norte, Ohio, Oklahoma y Virginia.
Detalla que el crecimiento obedece a la ampliación de las prioridades de deportación, que incluyen a inmigrantes indocumentados sin récord criminal y al incremento en acuerdos de cooperación entre los departamentos policiacos y la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
También a la propuesta de la administración Trump de eliminar parte de la unificación familiar.
El informe recomienda al Gobierno Trump mantener la unidad familiar, el respeto y la dignidad de todos los inmigrantes sin importar su estatus migratorio.
De igual forma, pide a la administración tomar muy en serio los ataques y la persecución contra líderes inmigrantes, religiosos, activistas y voluntarios de grupos humanitarios y evitar que agencias como ICE limiten el derecho de expresión.
También piden a agentes de inmigración que respeten y expandan los lugares fuera de su alcance como en iglesias, escuelas y hospitales, pidiéndoles que eviten patrullar cerca de estos lugares.
