Washington (EFE)
Todas las familias de migrantes indocumentados procedentes de América Central y América del Sur que habían permanecido en un centro de detención de Pennsylvania, en algunos casos por más de un año, han quedado en libertad. «Me complace informar que todas las familias en el centro de detención de Berks han sido liberadas. Este es un paso muy demorado en darle justicia a las familias migrantes y vulnerables, incluidos los niños», dijo este lunes en su cuenta Twitter el senador demócrata Bob Casey.
Por su parte Bridget Cambria, una activista en la campaña por el cierre de Berks, dijo que ese centro, «al igual que sus contrapartes en Texas, ejerció su criterio para colocar a las familias y los niños en sitios seguros fuera de la detención». Casey dijo que «el siguiente paso es cerrar permanentemente el centro de manera que en el futuro ninguna familia o niño se van forzados a sufrir lo que estas familias han sufrido».
El centro de Berks, con capacidad para 96 personas, registró al menos cinco casos de covid-19, según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Hasta la semana pasada había allí siete u ocho familias con un total de 20 personas, según Cambria, quien explicó que a estos detenidos se les había notificado el jueves pasado por la noche y el viernes que serían dejados en libertad.
Desde entonces, añadió, todos ellos se han ubicado con sus familias en California, Texas, Virginia y otras partes, donde aguardan las audiencias para sus pedidos de asilo. Decenas de miles de migrantes indocumentados han permanecido detenidos por el ICE en el marco de la política del Gobierno del hoy expresidente Donald Trump, bajo custodia a la espera de sus audiencias en tribunales de migración o su deportación.
