Por Leandro Robles
Hace unos días terminó la décima edición de la competencia de arte más grande del planeta. Y llega la hora de hacer un balance. ¿Qué les pareció? ¿Cuál fue su experiencia? La mía fue muy positiva. Claro que debo decir que estoy de buen humor, pues este año disfruté de ArtPrize en compañía de mis padres que estuvieron de visita. Así que lo viví como una gran fiesta interna dentro mío y externa por la ciudad.
Este año el número de visitantes volvió a ser asombroso. El concurso ya se ha convertido en uno de los más visitados del planeta y eso nos debe llenar de orgullo. Hablé con Beatríz Hernández, una vecina de la ciudad, ella visita todos los años el concurso. “Me gusta que siempre haya cosas diferentes y diferentes para ver. Fui unos de los primeros días, entonces estaba repleto de personas. Me gusta como ArtPrize me hace dar cuenta de lo que es posible. A veces uno piensa que algo ya no sirve, pero los artistas se encargan de hacer cosas bonitas con ellas. Este año fui con mi esposo, pero también en otros años fui con mis nietas y a ellas les encanta”.
En lo personal creo que el concurso tiene la virtud de sacar a relucir lo mejor que tiene la ciudad, y ello sin duda es su gente. Uno va y se encuentra con la cordialidad y amabilidad de personas disfrutando de cosas novedosas y creativas. Y toda esa gente dispuesta a recibir a los visitantes un signo característico del oeste medio del país, algo que no sucede en las grandes ciudades como Nueva York o Los Ángeles. También debemos destacar la infraestructura que posee nuestra ciudad para recibir a tantos visitantes y las organizaciones que trabajaron incansablemente para coordinar todos los detalles y logísticas necesarias para que un evento de estas características pueda ser tan exitoso año tras año. Sin duda un lugar especial merece la solidaridad de tantos y tantos voluntarios que con sus talentos colaboraron desinteresadamente durante los 19 días del evento.
Pasó ArtPrize. Y lo sabemos pues el tráfico vuelve a “normalizarse”, las calles empiezan a perder a las personas mientras que las hojas del otoño vuelan por todos lados. Pasó ArtPrize, pero la obra ganadora, “The String Project” nos dejó un mensaje de empatía, conexión e identidad. “Brown, Carmine and Blue”, obra ganadora del Gran Premio del Jurado, nos deja un mensaje fuerte de la importancia de la diversidad de género, raza, sexualidad, que adquiere una especial relevancia en los tiempos que vivimos.
El año que viene va a llegar Project 1. Este evento va a tener lugar en nuestra ciudad en vez de ArtPrize, que va a volver en el año 2020. Project 1 va a ser más concentrado. Los detalles no están ultimados, lo que sí sabemos es que las obras van a sorprendernos y darán que hablar. Manténganse conectados, ya que se los contaré en cuanto pueda. ¡Hasta la próxima!
