MÈXICO
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reafirmó este sábado su respeto por los derechos humanos en un acto en Nochixtlán, donde el 19 de junio de 2016 murieron una docena de personas en una represión de las autoridades, y volvió a defender su decisión de liberar al hijo del Chapo Guzmán.
El mandatario defendió la decisión «acertada» de su Gobierno en la ciudad de Culiacan, noroeste del país, donde esta semana se generó un caos con el arresto y posterior liberación de un hijo del narcotraficante mexicano Joaquín «el Chapo» Guzmán.
«Los partidarios del uso de la fuerza para querer resolver todo dicen que fue incorrecto; pero estaban de por medio las vidas de muchos civiles, ciudadanos inocentes» (…) «quién sabe cuántos hubiesen perdido la vida», puntualizó el mandatario.
El presidente defendió su política de no mandar a la policía ni al Ejército a «usar la fuerza, a reprimir. No somos dictadores, no somos tiranos, nosotros siempre vamos a respetar la vida de todos los seres humanos. Y se puede lograr así la paz», sostuvo.
«El presidente de México nunca le va a dar la orden al Ejército de reprimir al pueblo, no vamos a enfrentar a hermanos con hermanos», sostuvo.
«En el caso de Nochixtlán, no se van a repetir actos de represión en ninguna circunstancia. Nosotros estamos aplicando una política distinta», manifestó López Obrador al expresar que no se puede enfrentar la violencia con violencia ni apagar el fuego con el fuego.
Garantizó que a todas las víctimas de la represión en Nochixtlán se les va a atender y a dar apoyo.