Opinión por Héctor Loya
Qué tal amigos de El Informador no todos saben que además de ser reportero soy maestro de niños pequeños y a diario veo cómo las nuevas generaciones mandan sobre sus padres en vez de que los padres sean la autoridad del hogar.
Niños pequeños desde los 6 años ya manipulan fácilmente a los padres y hacen lo que quieren con ellos y de los jóvenes no se diga ya no hacen caso, se juntan con personas mayores que ellos, ven contenido inapropiado en los dispositivos móviles y juegan videojuegos violentos.
Y de la educación no se diga los valores ya se han perdido, la disciplina es un concepto obsoleto el cual solo ha quedado en el recuerdo y es entendible muchos padres no quieren cometer el mismo error de sus padres al educar con violencia a las nuevas generaciones, pero ahí radica el error porque un hogar sin normas y sin reglas no opera y sin una figura de autoridad no se obedecen reglas y si no se respeta la casa menos se va a respetar a los maestros, la sociedad y las autoridades y créanme un par de nalgadas no le hará daño a nadie al contrario.
Ciertamente vemos que todo esto está repercutiendo en muchos de los problemas sociales y no solo es el caso de los tiroteos, las calles están llenas de jóvenes fumando, consumiendo alcohol, drogas y armados.
Y este es un problema globalizado, no es exclusivo de EEUU o México y es por los estilos de crianza modernos.
Hace falta reforzar los valores en casa, que el padre esté atento de lo que ve en celulares, computadoras y tabletas, también saber que videojuegos tienen y todo lo que sea violento evitarlo, pero sobre todo hacer cumplir reglas en cada, darle obligaciones y tareas en casa y además no permitir berrinches y que el niño o niña no esté por encima de los padres, que entiendas que para toda causa hay una consecuencia, todo esto con el fin de que cuando crezcan se hagan personas de bien.