Tucson (AZ), 21 may (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
El expresidente Donald Trump se fue y atrás dejó millas y millas de su proyecto estrella y su legado, un «muro» fronterizo que pronto fue paralizado por Joe Biden y del que ahora quedan sus «restos», maquinaria pesada y toneladas de vigas de acero abandonadas en reservas naturales.
Después de meses de intensa actividad, las montañas y el desierto de Arizona se encuentran en silencio, los camiones de carga que constantemente se veían circular por la región han cesado, al igual que el ruido de la construcción y el uso de dinamita para abrir camino.
Solo quedan como testigos segmentos incompletos de la valla de 30 pies (seis metros) de alto y caminos que fueron abiertos para este propósito.
«Aunque la construcción se ha detenido, aún vemos la maquinaria en estos sitios, el equipo que utilizaron. No sabemos por cuánto tiempo más mantendrán estos sitios así», dice a Efe Laiken Jordahl, del Centro para la Diversidad Biológica, con base en Tucson.
También hay material y maquinaria abandonados en regiones de Texas, explica a Efe Tricia Cortez, directora de la Coalición No al Muro Fronterizo, quien critica que este hecho le está costando además dinero al Gobierno federal.
Tanto Jordahl como Cortez están muy pendientes de lo que pasa en estos sitios abandonados de construcción y esperan que cuanto antes la Administración Biden tome una decisión definitiva, cancelando todos los contratos relacionados con la expansión del muro fronterizo.
Pero van más allá y dicen que seguirán luchando y presionando para que algunos de estos segmentos sean derribados, especialmente en lugares donde causan un daño al medioambiente y obstruyen el flujo migratorio de animales y aves.
Por ello, el experto en la preservación del medioambiente en Arizona confía en que este material y maquinaria sean retirados cuanto antes de estos apartados sitios en el desierto.
PROMESA ELECTORAL Cumpliendo con su promesa de campaña, el presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva el pasado 20 de enero suspendiendo la construcción del «muro».
Desde entonces, los sitios donde se llevaba a cabo la construcción se encuentran abandonados y en algunos de ellos incluso pareciera que los trabajadores simplemente dejaron sus herramientas y se retiraron del lugar.
Más de 450 millas de barrera fronterizo fueron construidas bajo la administración Trump, y más de la mitad fueron levantadas en los últimos meses de su presidencia en un intento desesperado por finalizar su controversial proyecto, una barrera que fuera del Pacífico al Atlántico para dificultar el tráfico de drogas y la inmigración.
Durante la presidencia del republicano se reemplazaron cientos de millas de muro ya existente y solo se agregaron 80 millas de nueva barrera. Pero todo se acabó hace justo cuatro meses, cuando en su primer día en la Casa Blanca Biden ordenó la suspensión de las obras.
Sin embargo, buena parte del daño medioambiental ya estaba hecho. La mayoría de la nueva construcción se llevó a cabo dentro de los parques nacionales y reservas naturales del desierto de Arizona, ya que son tierras que pertenecen al Gobierno federal.
En abril, la administración Biden dio un paso más y canceló los contratos de construcción del «muro» en la frontera con México que estaban siendo financiados con fondos originalmente destinados para el Departamento de Defensa.
«Han cancelado la mayoría de los contratos que aún estaban pendientes en Arizona, sin embargo aún quedan pendientes contratos en California y Texas que no están financiados con fondos del Departamento de Defensa», dijo Jordahl.
Por lo pronto, los segmentos construidos aún incompletos permanecen en zonas apartadas del desierto de Arizona, y junto a la maquinaria pesada también se encuentran largos y amplios caminos que fueron construidos y ampliados para transportar equipo y seguir con la construcción del muro.
LLEGADA DE INMIGRANTES Mientras Biden lucha por mantener su promesa de «no construir ni un pie mas de muro fronterizo», su decisión de frenar la construcción del muro ha sido duramente criticada por los republicanos.
Entre ellos, los gobernadores de Arizona, Doug Ducey, y Texas, Greg Abbott, quienes consideran que esta y otras decisiones tomadas por la administración Biden han contribuido al considerable incremento en el cruce de familias y de menores no acompañados en los últimos meses.
La Administración Biden enfrenta actualmente una crisis migratoria en la frontera, donde el pasado mes de abril se arrestaron más de 178.000 migrantes a lo largo de la frontera, una cifra no vista en décadas.
Aprovechando la situación, aumentan las voces de políticos republicanos y grupos conservadores que piden a la Casa Blanca finalizar el gran proyecto de Trump y concluir con la construcción del muro fronterizo.