Pico Rivera, 21 mar (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).- Los Tigres del Norte y J Balvin rindieron homenaje a los inmigrantes y la comunidad latina EN para cerrar hoy la segunda edición del L Festival, en una jornada en la que también actuaron artistas como Marco Antonio Solís o Jesse & Joy.
El L Festival, dedicado por completo a la música latina, se celebró este fin de semana en Pico Rivera, una ciudad a unos 20 kilómetros al sureste de Los Ángeles, y su cartel incluyó además a figuras como Alejandro Fernández, Juanes, Daddy Yankee o Luis Fonsi.
Dioses de la música norteña y banda sonora de todo México durante décadas, Los Tigres del Norte triunfaron en el L Festival y, fieles a su condición de grupo muy apegado a los dramas de los inmigrantes y la gente corriente, no se olvidaron de la incertidumbre que viven los hispanos por culpa de las políticas del presidente, Donald Trump.
«Vamos a mandar un mensaje a una persona que todos los días nos dice algo por la televisión. No vamos a decir su nombre porque no nos cae bien, simplemente», proclamó Jorge Hernández, el cantante de la formación mexicana, al presentar la reivindicativa y muy aplaudida hoy «Somos más americanos».
Capaz de unir a jóvenes y ancianos frente a un mismo escenario, Los Tigres del Norte también cantaron «Jaula de oro» y «América» como guiños a la población latina en Estados Unidos.
Pero no todo iba a ser política y Los Tigres del Norte recordaron con un soberbio recital la lista de éxitos que les ha permitido arrasar durante años allá por donde pisan.
Así sonaron temas románticos como «Qué tal si eres tú», gritos con el alma en la garganta como «La mesa del rincón» o «Golpes en el corazón», o invitaciones a la jarana como «Jefe de jefes» para certificar que pueden pasar años y años, pero Los Tigres del Norte se mantienen en una forma envidiable.
Y frente a las leyendas consagradas, el colombiano J Balvin demostró que es una de las estrellas con mayor presente y proyección del panorama latino gracias a un sólido concierto de música urbana cargado de adrenalina y seducción.
«La música no tiene ninguna frontera, ninguna barrera, ningún muro», señaló el cantante al instar a los latinos a que sigan luchando por sus sueños.
J Balvin, acompañado por unos cuidados montajes audiovisuales, hizo que el recinto del L Festival se viniera abajo gracias a una potente versión de «Tranquila» y a «Safari», la primera invitación al «perreo» de la velada.
Con el público más joven rendido a sus encantos, J Balvin alcanzó la cima de su concierto con temas tan populares como «Travesuras», «Sorry» o «Ginza».
Por su parte, el veterano artista mexicano Marco Antonio Solís, que era el encargado de poner el broche al festival, mostró su satisfacción por compartir en Pico Rivera «este momento tan importante para todos los latinos en este país», ya que, según argumentó, es «tiempo de solidaridad» y de que los miembros de la comunidad se protejan los unos a los otros.
Combinando su trayectoria en solitario con recuerdos nostálgicos a su repertorio en Los Bukis, Solís entonó hoy una buena ración de sentidas baladas como «Dios bendiga nuestro amor», «Como fui a enamorarme», «Mi eterno amor secreto» o «Si no te hubieras ido».
A sus compatriotas Jesse & Joy les tocó el turno al atardecer, un momento ideal para su pop emotivo y sensible aunque tuvieran que lidiar con algunos problemas de sonido.
«Por si las dudas de si era ‘playback'», bromeó Joy Huerta, la cantante del dúo de hermanos, después de que fallara su micrófono.
Sobrepasados estos inconvenientes, Jesse & Joy dejaron muestra de su clase y estilo con «Dueles» y «¡Corre!», temas que alternaron con el impulso eléctrico de «Espacio sideral».
El L Festival también logró que la fallecida diva mexicana Jenni Rivera volviera por unos instantes a la vida sobre el escenario gracias a un espectáculo basado en un holograma.
De esta manera, y gracias a las nuevas tecnologías, los seguidores de Jennie Rivera pudieron cantar en el L Festival himnos de su querida artista como «Ya lo sé».