Por Joel Morales
El Informador
WYOMING, MI
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Rose Ramírez, la madre de Leticia “Leti” Vela de 26 años de edad, quien fue la primera víctima de homicidio del 2018 en el Oeste de Michigan a solo horas de haber recibido el Año Nuevo, habló en exclusiva con El Informador el viernes, 19 de enero, sobre la angustia y sufrimiento que está sintiendo por la pérdida de su hija menor.
“Este dolor es el peor que una madre puede pasar”, dijo la mujer entre lágrimas y a solo pies de donde el novio de la fallecida, Ladale Williams Nelson, padre de uno de sus cinco hijos le disparó en su ojo izquierdo, matándola en un instante. “Ya no tengo corazón, se me fue. Desapareció y no sé dónde está, solo queda un hueco vacío”, agregó.
La mujer dijo que está tratando de lidiar con la tragedia y comprender qué ocurrió a las tempranas horas de la madrugada el 1ro de enero en la cuadra 2100 de la calle Lee SW en Wyoming, pero que durante el día cuando está ocupada cuidando a los otros cuatro niños de la difunta, oye la voz y las risas de su hija, quien era la menor de siete, en su cabeza.
«Cuando mi hija Jessica llegó a mi casa y me informó que mi hija Valeria estaba muerta, no lo pude creer, negaba en aceptarlo», dijo Ramírez. «Cuando llegué a su casa, la policía no me dejó entrar a verla. Dijo que estaría perturbando una escena de crimen. Yo quería darle un abrazo, un beso y decirle que la amaba, pero no pude», también dijo la madre afligida.
La mujer, quien anteriormente vivía en la ciudad de Saginaw, dijo que su hija fallecida fue la primera de la familia en trasladarse a la ciudad de Wyoming, y que un mes después ella la siguió y luego sus hermanas y sus hermanos, que fue donde Valeria conoció a Williams Nelson.
La madre compartió con este medio de comunicación cómo había encontrado a su hija y novio peleando en varias ocasiones y que les había aconsejado que, si la relación no estaba funcionando, que lo mejor era que cada uno hiciera su vida aparte porque un día uno de los dos iba a matar al otro. Dijo que su hija le había dicho que no dejaba al acusado porque lo amaba, y que su novio le dijo que nunca le haría daño, que antes que sucediera eso, mejor agarraría su camino.
«Pero no fue así», dijo la madre, en obvio duelo.
Samantha Anklam, cuñada de Vela quien estaba en la residencia y fue testigo de lo que ocurrió antes del homicidio, también nos concedió una entrevista en exclusiva.
«Habíamos como unas 10 personas en la casa celebrando la despedida del Año Viejo, tomando, comiendo y escuchando música y durante la tarde, su novio (Williams Nelson), le pidió a Leticia que le hiciera unas trenzas (a las aproximadamente 7pm) pero ella le dijo que estaba ocupada», dijo Anklam. «Sí le hizo las trenzas, pero no hasta como la medianoche», agregó. (De acuerdo con Ramírez, el novio de su hija era muy egoísta y quería todo el enfoque sobre él).
«Leticia y una amiga luego salieron a la tienda a comprar unas bebidas alcohólicas para tomar y continuar celebrando. Cuando regresaron yo estaba en el sótano. Dentro de unos cinco a 10 minutos escuché que empezaron a discutir y subí», también dijo la mujer. «Cuando subí, vi a Leticia en el piso y a Ladale sentado sobre ella, y la tenía agarrada del cabello», agregó.
«Los separé y les dije que lo que necesitaban hacer era dormirse. No sé si estaba enojado porque Leticia no había brincado para hacerle las trenzas cuando él se lo había pedido. Leticia luego salió afuera con una amiga y estuvieron platicando en un carro afuera de la casa por unos 15 minutos. Cuando entró de nuevo, se metió a la recámara de sus hijos para dormir porque le tocaba trabajar el próximo día. Su novio entró al cuarto detrás de ella y de nuevo se subió encima de ella, pero logré separarlos. Leticia se salió a la cocina y Williams Nelson la siguió, donde una vez más comenzó a discutir con Vela por unos cigarrillos.
«¡Bájate de encima de mí!». «¿Por qué estás haciendo esto? O vete tú o me voy yo», fue lo que Anklam nos dijo que la mujer difunta le dijo a su novio.
Dijo que Leticia se levantó y que las dos procedieron al comedor de la casa para llamar a la policía cuando Williams Nelson les quitó sus teléfonos celulares y los aventó, luego entró a la recámara y volteó los colchones y sacó dos armas de fuego. Dijo que el acusado estaba caminando hacia la puerta de entrada de la casa, y que la fallecida lo agarró de la gorra de su sudadera y fue cuando Williams Nelson mostró una de las armas.
«Tomé unos pies hacia atrás y fue cuando le disparó», a la vez dijo Anklam. «La tenía sujeta contra la pared y el arma apuntada contra su cabeza. Después de dispararle, dejó caer la pistola a mis pies y gritó, «¡Hay Dios mío!», comenzó a brincar y saltar y luego salió corriendo», agregó. «No fue ningún accidente como él ha dicho», añadió.
La madre de Vela dijo que su hija tenía muchos planes. Que la difunta estaba trabajando para comprar una casa y una camioneta grande para ella y sus cinco hijos, que quería terminar sus estudios y conseguir su GED, asistir a la universidad para estudiar la carrera de oficial de correcciones, todo para crear una vida mejor para ella y sus niños.
«Él le quitó sus sueños, no las quitó a nosotros y a sus hijos. Leticia era mi bebé», dijo la mujer. «Nosotras éramos más que madre e hija, éramos mejores amigas. «No sé por qué le tuvo que disparar en la cara y no en un brazo o pierna», concluyó.