a enfermera de UCI de 28 años Kelsey Kerr, se mantiene aislada de su familia debido a la pandemia por el COVID-19, pero al pasar por la casa de su madre, a ella se le ocurrió una manera ingeniosa de poder darle un abrazo.
Cheryl Norton, de 68 años, residente en Blue Ash, Ohio, vio a su hija enfermera llegar a la carrera a su casa el pasado viernes a recoger algunas oraciones impresas para sus pacientes. Entonces tomó una sábana limpia y la cubrió con ella, para poder estrecharla entre sus brazos.
«Solo quería saber que estaba bien, así que cuando tuve esa oportunidad de verla, tuve que tirar esa sábana sobre ella. Pensé que quería abrazarla y si ella tiene una sábana a su alrededor, tal vez pueda hacerlo», dijo la madre
La reacción de los seguidores fue muy intensa, en especial por la empatía que sintieron ante este signo de compasion: la necesidad de esta madre de tener en sus brazos a su hija y hacerle saber que todo estaría bien.
Después de abrazar a su hija, la sábana fue puesta en el piso del garaje, donde se dejará por algunos días expuesta al sol antes de recogerla para lavarla. Kerr tenía una mascarilla protegiendo su rostro durante todo el abrazo, y su madre igualmente se lavó muy bien las manos.