“Más de 350 personas han donado arriba de $15,500 en su página de GoFundMe”
Por Joel Morales
El Informador
GRAND RAPIDS, MI
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Valeria Arreola, de 21 años de edad de Grand Rapids, acababa de entrar a la carretera US-131, norte de la calle Franklin el pasado domingo, 7 de enero, cuando su auto Nissan del año 1999 ya no quiso caminar y se estacionó a la orilla para llamar a su padre que le fuera ayudar.
Mientras ella estaba hablando con su padre por el teléfono para pedirle ayuda, una camioneta que iba en la misma dirección impactó su carro por detrás, el carro donde iba la mujer y sus dos hijos.
Los tres fueron llevados al hospital, donde después murió Arreola y su hijo todavía no nacido que se iba a llamar, Emilio. Su hijo Max, de 5 años de edad, escapó con solo unas heridas superficiales a la cara, pero Guillermo, de 3 años, sufrió varios huesos rotos, una fractura en su cráneo, así como heridas internas.
El choque, en el que tres vehículos estuvieron involucrados, ocasionó una congestión de carros por la autopista como el cierre de varios de los carriles por más de cuatro horas.
Los doctores en el hospital de niños Helen DeVos en Grand Rapids, han operado a Guillermo dos veces desde el pasado domingo, sin embargo, el niño, que se encuentra en condiciones críticas, le falta mucho para recuperarse de sus heridas.
“Llamó para que fuéramos a levantarla y estaba en el teléfono cuando ella dijo “¡Hay Dios, hay Dios!, y luego se escuchó el impacto”, dijo su madre entre lágrimas. “El carro no arrancó como tenía que arrancar, por eso mejor lo orilló”, agregó.
En una entrevista exclusiva en el hospital con El Informador, los padres, Rafael y Mari Arreola, originarios de Morelia, Michoacán, México, nos dijeron que la policía estatal le había dicho que los accidentes en esa área eran normales.
“¿Cómo va ser normal si el carro quedó como si no tuviera cajuela del impacto del golpe que recibió?”, preguntó la mujer. “Duraron mucho para sacarla y darles el auxilio necesario”, también dijo.
La hermana de la víctima, Nohemi Medina, abrió una cuenta GoFundMe para ayudar a la familia con su funeral y con los gastos médicos, y al cierre de esta edición, más de 350 personas, algunas locales como también de todas partes del país, habían donado más de $15,500.
Como visto por todos los comentarios dejados en las redes sociales y la respuesta del público, la difunta era una madre y proveedora de sus hijos muy querida.
“Iba rumbo a nuestra casa porque íbamos a llevar a los niños a resbalarse en la nieve”, dijo su padre, Rafael Arreola.
Al cierre de esta edición, una persona cercana a la familia le dijo a este medio de comunicación que los doctores han tenido al niño Guillermo dormido después de las operaciones, por miedo de que despierte y por el dolor se haga más daño a sí mismo.
También el jueves, docenas de personas se reunieron en la iglesia reformada Brookside Christian, ubicada en el 2600 de la avenida Kalamazoo SE, donde velaron a la difunta. Su entierro estaba citado para las 12 del mediodía, el viernes, 12 de enero.
Si usted quiere ayudarle a la familia con los gastos médicos, puede hacerlo visitando la página GoFundMe.com y haciendo “Click” en la cuenta “Valery and Emilio Arreola’s Passing”.