Portland (EFE)
Tras una mañana tranquila en la que efectivos policiales estaban desplegados en la ciudad de Portland, Oregón, tras los avisos de ayer sobre posibles manifestaciones coincidiendo con la inauguración de la Presidencia de Joe Biden, unos 150 manifestantes vestidos de negro llegaron a la sede local del Partido Demócrata, donde han causado destrozos en ventanas y vandalizado el edificio con pintas.
Mientras algunos de ellos vandalizaban el edificio y rompían cristales, algunos trataban de proteger a sus compañeros de ser grabados por las cámaras de seguridad, tapándolas con paraguas. Según la oficina de Policía de Portland, los manifestantes lanzaron objetos a los agentes que acudieron a dispersarlos, por lo que se han establecido controles de trafico y se ha avisado de la necesidad de desalojar la zona para evitar recurrir a agentes de control de multitudes y armas de impacto por parte de los policías.
La Policía ha arrestado a algunos manifestantes, a los que les han confiscado una arma de fuego, cuchillos y postes de metal, según informó el medio local Katu News. Incluso uno de los manifestantes intentó quitarle la bicicleta a un policía cuando este le quitó una arma blanca de gran tamaño. Los manifestantes llevaban una pancarta que decía “No queremos a Biden, queremos venganza” con el símbolo de anarquía y armas pintadas, además de otro cartel donde se podía leer “Somos ingobernables”, informó el medio local Oregonian.
Al mismo tiempo, un grupo de personas se reunían en Irving Park para manifestarse por la justicia y el fin del racismo, donde los organizadores dijeron que esta lucha supone el verdadero cambio, según informó la cadena local K2.