Denver (CO), 27 feb (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
Para marcar la fecha, un grupo de residentes locales organizaron una vigilia en la Iglesia Metodista Unida de Mancos para reunir firmas que se sumen a los más de 2.700 peticionarios que ya agregaron su nombre a un documento que será entregado este viernes al congresista republicano Scott Tipton en el que solicitan su ayuda para que Sabido permanezca en Estados Unidos.
Sabido, de 55 años, describe estar en santuario como un “exilio personal” y se considera una “ermitaña”, aunque, dijo, ahora cuenta con la posibilidad de luchar por sí misma y por otros.
“Es un día que tiene un significado especial para mí”, dijo a Efe la mexicana, quien llegó a los EE.UU. en 1987 y desde 2001 gestiona su permanencia legal en el país.
Su pedido de residencia se renovó cada año hasta mayo de 2017, cuando las autoridades migratorias cancelaron esa renovación y ordenaron su deportación.
Por eso, Sabido se contactó en aquel momento con el pastor Craig Paschal, de la Iglesia Metodista Unida de Mancos, y a principios de julio de 2017 ingresó en santuario.
Sabido, católica (era la secretaria de su congregación), afirmó que nunca pensó “vivir dentro de una iglesia metodista”, pero, dijo, “si yo no lo hago y si no hablo por otros, nada cambiará”.
Y eso es exactamente lo que hizo, habló durante estos casi tres años con medios nacionales, como The Washington Post o Los Angeles Times, e internacionales “para tocar con esperanza los corazones de los inmigrantes”.
Tras diez años de gestiones, Sabido ya agotó sus apelaciones antes las autoridades de inmigración por lo que la mexicana considera que su posibilidad para permanecer en Estados Unidos depende de Tipton, una situación poco probable en un año electoral y en el marco de las duras políticas impulsadas por el presidente Donald Trump en materia migratoria.
Además, Tipton se negó en el pasado a ayudar a la mexicana.
A pesar del panorama adverso, la mujer dice que va a “pelear hasta el final”.
Ello se debe, indicó, porque quiere estar cerca de su padre (ciudadano estadounidense), afectado por el reciente fallecimiento de su esposa, y de ayudar a cuidar a su sobrino nieto, que decidió permanecer en Colorado cuando su familia debió regresar a México.
Los mil días en santuario han tenido un fuerte impacto en la salud emocional de Sabido, con períodos de depresión y de angustia que la hacen sentir “como muerta” que incluso afectan su salud física.
En ese contexto, Sabido dijo que abandonará la iglesia en 2021.