Editorial por Luis Molina
Este editorial lo escribí mientras me encontraba tomándome una taza de café en la casa de mi madre y mientras tomaba mi café contemplaba su jardín lleno de árboles frutales entre ellos higos y naranjos.
Pero mi enfoque en este editorial no es hablar de comunes sino de la seguridad que me tocó vivir mientras visité mi querida tierra de Chihuahua y la Ciudad de México.
Antes de abordar el avión en Michigan los comentarios de mis amigos fueron ten mucho cuidado con tu celular, con tu cartera, no dejes nada a la vista por que te van a robar, de modo que cuando llegué a la Ciudad de México estuve muy cuidadoso y tomado en cuenta las sugerencias de mis amigos.
Para mi sorpresa al llegar al aeropuerto de México las cosas no fueron como me lo pintaban, todo mundo con buenos celulares en la mano, buenos autos, en las calles las taquerías y restaurantes llenos.
Y en mi hermoso estado de Chihuahua al llegar con lo que me encontré fue unas casas hermosas, carros y camionetas de lujo para no mencionar marcas y muchas veces me tocó ver vehículos mejores que hasta los que llevan en Estados Unidos.
Las calles se llenan de gente en los restaurantes, las tiendas y gastando dinero. La pobreza está en todas partes y admito que hay mucha gente en México muy pobre pero también estoy convencido que México ha mejorado mucho en muchos sentidos.
En cuanto a la violencia en los 15 días en estuve no me tocó ver nada de tiroteos como los que veo en Grand Rapids, Michigan todos los días. Fue una experiencia inolvidable, gente muy cálida y amable por todos lados.
Algunos de los que opinan que en México hay mucha violencia ni siquiera han tenido la oportunidad de ir y ver con sus ojos que México no es como lo pintan.
Crimen y violencia hay en todos lados, pero México está más tranquilo de lo que muchos piensan y opinan, si pueden visiten su tierra y que el miedo y comentarios negativos nos les impidan visitar nuestro hermoso país.
Como México no hay dos.
