Washington, 8 ago (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).- Con una de las comunidades musulmanas más grandes del país, el estado de Michigan celebra hoy primarias con un número récord de aspirantes con raíces islámicas, lo que podría abrir el camino a que este año sean elegidos el primer gobernador y la primera congresista de ese credo.
Muchos de los candidatos que se presentan en las primarias de Michigan son o tienen origen inmigrante y, de ellos, la mitad son musulmanes, lo que supone una oportunidad única para esta minoría y su representación política en el país.
Aunque el sentimiento antiislámico está en su punto más alto, o precisamente por ello, los musulmanes que se postulan en este ciclo electoral han llegado a cifras récord, algunos de ellos apuntando a puestos clave a nivel nacional.
Entre ellos destaca el rostro del candidato demócrata a la gobernación Abdul El-Sayed, quien podría convertirse en el primer gobernador musulmán del país, así como las candidatas demócratas a la Cámara de Representantes, Rashida Tlaib y Fayrouz Saad, quienes podrían llegar a ser las primeras mujeres musulmanas elegidas para el Congreso.
Tras la retórica incendiaria del presidente Donald Trump contra los musulmanes, muchos de ellos decidieron reaccionar presentándose a cargos públicos, y consideran que es precisamente a través de la democracia como pueden enfrentar el fanatismos y el rechazo.
Tlaib, hija de inmigrantes palestinos, tendría garantizado ser la primera mujer musulmana en el Congreso si logra ganar en las primarias de hoy al decimotercer distrito congresional de Michigan, ya que ningún republicano está compitiendo por el escaño.
«No se trata solo de estar ahí afuera y alardear de la fe», dijo Tlaib, de 41 años. «Siempre le digo a la gente que estoy mostrando el islam de una manera tan crucial, de una manera impactante, a través del servicio público», afirmó hoy la aspirante a medios locales.
Tlaib, no obstante, es considerada una de las candidatas más fuertes para llegar al Congreso federal, y muchos opinan que puede estar en sus manos romper el techo de cristal de las mujeres musulmanas en el Legislativo.
Y es que Tlaib ya se erigió como la primera política que profesa esta religión en la Legislatura de Michigan, donde tuvo representación entre 2008 y 2014.
Por su parte, El-Sayed, a quien las encuestas no le son muy halagüeñas, ha obtenido en los últimos días el respaldo del senador progresista Bernie Sanders, un impulso al que se ha sumado uno de los rostros más poderosos de este ciclo electoral, la latina Alexandria Ocasio-Cortez, quien sorpresivamente ganó las primarias a un candidato del «establishment» demócrata en Nueva York.
Ocasio-Cortez viajó recientemente a Michigan para hacer campaña por El-Sayed, y este domingo, dos días antes de los comicios, Sanders dio un multitudinario mitin junto al joven candidato, de 33 años, para atraer a sus bases.
«Estoy aquí no solo porque apoyo las ideas muy audaces y progresistas de Abdul, sino porque aprecio el tipo de campaña que está llevando a cabo», aseguró el senador a las casi 1.500 personas allí reunidas.
Sanders, quien arrasó en las primarias demócratas a la Presidencia en ese estado en 2016 frente a su contrincante, Hillary Clinton, recordó que nadie, y tampoco las encuestas, confiaban en su victoria entonces, por lo que cree que la historia puede repetirse con El-Sayed.
De hecho, aquel triunfo de Sanders se debió en gran medida al sudeste de Michigan, núcleo progresista y donde se ubica la localidad de Dearborn, el municipio con más fieles al islam de todo el país.
No obstante, los aspirantes musulmanes en el estado también se han enfrentado a duros obstáculos, como el propio El-Sayed, a quien su contrincante, el republicano Patrick Colbert, le ha acusado de tener vínculos con el grupo suní los Hermanos Musulmanes, considerado terrorista por algunos Gobiernos.
Pero los ataques, las amenazas de muerte recibidas en su sede de campaña y los insultos racistas que le han propinado en estos últimos meses, no han detenido a El-Sayed durante su camino, al igual que al resto de candidatos musulmanes de Michigan, quienes esperan ganarse un nuevo espacio en la política.