Washington, 11 feb (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
«Debíamos tener una votación en el pleno del Senado hoy, pero la senadora (Jennifer) Boysko, que es una de las promotoras del proyecto de ley, se enfermó y la votación quedó para mañana martes», dijo a Efe Luis Aguilar, director en Virginia de la organización de apoyo a migrantes CASA.
«Su presencia es importante no solo por el voto sino par la presentación de argumentos. En la Cámara de Representantes sigue el debate entre otros muchos proyectos de ley», añadió.
Ambas cámaras de la Asamblea General de Virginia tienen plazo hasta mañana para completar las lecturas y votaciones de sus respectivos proyectos, e intercambiarlos para que avance el proceso de consolidación de la ley.
«Hemos luchado por esto cinco años y, con la ayuda de Dios, saldrá adelante», dijo a Efe en conversación telefónica Sandra Mejía, quien ha vivido en el estado de Virginia por casi 19 años.
«Para mí es importante porque tengo dos hijos y hay que llevarlos a sus entrenamientos deportivos, a la escuela, lo que sea. Una no puede manejar siempre con el miedo de que la detengan y eso traiga otros problemas», expuso.
Diana Castañeda, portavoz de CASA, indicó que los cientos de migrantes que han llegado a la capital de Virginia, Richmond, para apoyar la legislación continuarán mañana sus manifestaciones.
Los proyectos de ley para otorgar licencia de conducir a cientos de miles de migrantes indocumentados avanzaron la semana pasada en las legislaturas de Virginia y de Massachusetts después de años de brega por parte de grupos activistas.
La prolongada campaña por las licencias en Virginia recibió un aliento importante cuando en noviembre pasado los demócratas, por primera vez en un cuarto de siglo, ganaron la mayoría en ambas cámaras de la Asamblea General, dando mayor apoyo político al gobernador Ralph Northam, también demócrata.
Las promotoras de las iniciativas fueron la senadora Boysko y la delegada Elizabeth Guzmán, ambas demócratas y de distritos en el norte del estado.
La de las licencias no es la única legislación en beneficio de los migrantes que ha tenido mejor futuro desde que los demócratas controlan la Asamblea General: hay en marcha propuestas para que los estudiantes que son migrantes indocumentados paguen en la universidad las mismas tarifas que los residentes.
Otras propuestas crearán una nueva oficina para ofrecer servicios a los migrantes e impiden que las agencias policiales en el estado pregunten a las víctimas de crímenes sobre su situación migratoria.
«La transformación que estamos viendo es increíble», dijo Aguilar en una entrevista con el diario The Washington Post. «Esta lucha no es solo acerca de legislaciones individuales. La lucha es, verdaderamente, por la igualdad», abundó.
Durante la discusión del proyecto de ley sobre las licencias en la Cámara baja, el delegado Terry Austin, republicano, argumentó que el otorgamiento de un documento oficial de identificación a los migrantes indocumentados abre la puerta al fraude.
«Esta licencia puede tomarse como que la persona es ciudadano de Estados Unidos. Esto podría representar de manera equívoca la identidad individual y pondría en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos», sostuvo.
La Dirección de Vehículos Automotores de Virginia calculó en 2017 que unas 250.000 personas se beneficiarían con una licencia para conducir, mientras que los promotores de a legislación en Massachusetts indican que hay unos 185.000 indocumentados que podrían obtener ese permiso.
La falta de una licencia para conducir vehículos «afecta especialmente a la gente trabajadora, a quienes tienen que desplazarse por un empleo, las amas de casa que llevan los niños a la escuela o al médico, o van de compras», dijo Edgard Aranda Yapog, director de la Coalición de Organizaciones Latinas de Virginia (VACOLAO) a Efe.
«En su gran mayoría los afectados son latinos, pero también hay una numerosa población asiática en esta situación», apuntó.