El caldo de pollo es un plato económico y fácil de preparar con efecto reconfortante, ideal para hacerse un consomé cuando llegas frío de la calle. Pero sus virtudes no paran ahí. ¿Sabías que hay diferentes estudios que indican que alivia los molestos síntomas de un resfriado o que ayudaría a reducir la presión arterial?
Para preparar uno necesitas una serie de ingredientes básicos como: zanahoria, calabacitas, papa, cebolla, una rama de apio, entre otras verduras, además de algunas especies para dar sabor y el ingrediente principal “El Pollo”.
Es muy importante que todos los ingredientes y el agua estén a la misma temperatura. De esta forma nos aseguramos que las moléculas del sabor y del aroma pasen a formar parte del caldo en el hervor y de que este quede delicioso.
En cuanto a sus virtudes curativas del resfriado común, la Universidad de Nebraska ha confirmado que el caldo de pollo casero impide el movimiento de unas células del sistema inmune llamadas neutrófilos. Un tipo de glóbulos blancos que no solo defiendes de las infecciones bacterianas y micónicas, también favoreces la liberación de las mucosidades.
Por su parte en la revista Chest, se hace referencia a sus supuestas cualidades medicinales, destacando el aroma y su temperatura. Ambos factores podrían liberar los senos paranasales y calentar la base de la nasofaringe.
¿Otras virtudes del caldo de la abuela? Es útil cuando alguien está enfermo y el estómago no le admite nada sólido. Hay un aporte de nutrientes y se sostiene la hidratación. Y, según un estudio realizado en Japón podría ayudar a controlar los niveles de presión arterial. Esto es debido a que el pollo tiene unas proteínas colágenas que actúan de manera similar a los inhibidores de la ECA (enzima convertidora de la angiotensina) que relajan los vasos sanguíneos y disminuyen la hipertensión.
Así que ya sabes cuando estés resfriado a disfrutar de un rico caldo de pollo con la receta de la abuelita