Los Ángeles, 1 Sep (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
En los primeros cinco meses de 2020, 23 niños murieron por abuso o negligencia presunta o confirmada en Los Ángeles, incluidos ahogamientos y muertes por accidentes de tránsito, según datos revelados por el Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado (DCFS).
Los datos revelados para el periodo entre enero y mayo de 2020 encontraron que de los 23 menores, siete sufrieron abuso, que fue confirmado por las autoridades, seis tuvieron contacto previo con el DCFS, cinco de los cuales sufrieron abuso por parte de un padre o cuidador.
De los seis niños con un contacto previo con el DCFS que murieron y ya se han confirmado como casos de abuso o negligencia, cinco fueron víctimas de sus padres o del novio o novia de uno de los padres, según los datos recopilados por el sitio web MyNewssLA.
Ese porcentaje de participación familiar es mucho más alto que en años anteriores, cuando los padres y cuidadores eran responsables del 38 % al 57 % de las muertes.
El director del DCFS, Bobby Cagle, dijo a MyNewssLA que en total se notificaron 107 muertes infantiles a la Línea Directa de Protección Infantil para su investigación entre enero y mayo de este año.
Más de la mitad de las muertes reportadas fueron en familias que tenían un historial de contacto previo con el DCFS, según los datos. Sin embargo, el contacto con el DCFS podría haber sido por un supuesto abuso que no estaba relacionado con la muerte del niño o que los trabajadores sociales determinaron que no había ocurrido.
En 2019 se reportaron 286 muertes de niños a la línea directa, de las cuales 71 finalmente se determinó que estaban relacionadas con abuso o negligencia.
Tan solo este mes la Fiscalía del Condado de Los Ángeles acusó de abuso infantil a Iván Michael Arriaga, de 36 años de edad, y a su novia, Claudia Georgina Hernández, por maltratar al hijo de él al atarlo a una cama.
De acuerdo con la acusación, entre el 1 de junio y el 12 de agosto el niño fue atado varias veces a una cama en su vivienda en Pasadena, al noreste de Los Ángeles, lo que entre otras cosas le causó daños en uno de sus tobillos.
