Opinión por Luis Molina
Hace tan solo un par de días pasaron dos terribles accidentes en la autopista 131, un pasó en Grand Rapids y otro en Wyoming, en ambos perdieron la vida, uno de ellos una mujer joven y en el otro un hombre también muy joven.
Primero quiero hablar del accidente de la mujer de tan solo 24 años de edad. Dicha tragedia no hubiera ocurrido si esta joven hubiera pensado en las consecuencias de sus actos. El comunicado de prensa por parte de las autoridades reveló que el alcohol y la velocidad fue un factor clave en dicho accidente.
En Michigan si una persona tiene 0.08 grados de alcohol ya se considera una persona intoxicada y es arrestada de inmediato por las autoridades. A pesar de que la ley es tan dura y fuerte en ese sentido las muertes siguen ocurriendo vez tras vez.
Aún no se sabe el grado del nivel del alcohol que esta joven tenía al momento del accidente, pero sin duda no era poco y eso le costó la vida, una vida que se hubiera podido salvar.
El otro caso es del joven que perdió la vida también en un accidente, pero la diferencia es que de este se cree que fue por el mal clima, lo que provocó que perdiera el control de su vehículo y muriera al accidentarse.
Quiero hacer hincapié en esto, de nuevo esta vida se hubiera salvado si hubiera sido responsable al conducir. Es sorprendente la manera como manejan cientos de conductores en Michigan, ven el hilo, la nieve y el mal clima en las carreteras y nos les importa, siguen conduciendo de una manera irresponsable y errática.
Esperamos que estas dos tragedias nos sirvan de experiencia y antes de cualquier acción de las ya mencionadas nos detengamos y búsquenos nuestro bien y el de los demás conductores.
