Por: Roger Rivero
Mazda se ha mantenido al margen de los automóviles híbridos, centrando la eficiencia de sus modelos en la tecnología (o conjunto de ellas) llamada SKYACTIV. Continuar la margen de los híbridos no parece haber sido difícil, pero la presión que se ejerce en aras de la obligatoriedad de cumplir con regulaciones de emisión, ha provocado que el fabricante decida presentar su primera incursión en el terreno de los EV o autos eléctricos.
Lo hace con el Mazda MX-30, un SUV basado en el CX-30, que por mucho que le examino, me sigue pareciendo que los ingenieros que en él trabajaron, no pudieron abandonar del todo la afinidad con los autos de combustión interna de Mazda. Si algún auto eléctrico trata de aparentar lo que no es, ese el Mazda MX-30, que con escasas 100 millas de rango, y una notable carencia de la atmósfera típica de autos eléctricos, se presenta en limitadas cantidades, quizá por la desconfianza del propio fabricante de que no va a ser un éxito de ventas.
Desde afuera y por dentro
La fisonomía del MX-30 es algo suigéneris. No es que nunca hallamos visto algo parecido, pues Mazda ya tuvo un modelo con puertas traseras de “estilo libre” y bisagras en la parte posterior. Fue el deportivo RX-8 que dejo de producirse en el 2012. Es cierto que no hay nada parecido en las carreteras, pero no es el tipo de exclusividad que llame la atención por sensacional.
Al frente es Mazda clásico; sin embargo, la línea de techo es muy inclinada, y acentúa la caída, la ausencia de una puerta trasera “típica”. La ventanilla de la segunda puerta es desproporcionadamente pequeña, y me sugiere la de un avión de pasajeros. He visto fotos del modelo Premium Plus, con trabajo de pintura de tres colores que remedia en gran medida su apariencia. La cabina del MX-30 utiliza materiales naturales y sostenibles como el corcho y la tapicería de tela transpirable, hecha de botellas de plástico recicladas. El espacio del asiento delantero es abundante, pero el asiento trasero es mucho más estrecho, tanto para la cabeza como para las piernas, a pesar del fácil acceso allí atreves de la puerta “estilo libre” de Mazda. El espacio de carga tras el asiento trasero no pudiéramos calificarlo de generoso. El diseño es imaginativo y algo minimalista, no obstante, en conjunto agradable.
Equipamiento y seguridad
Mazda ofrece una serie de características estándar en el MX-30, que incluyen asientos delanteros con calefacción, un techo corredizo eléctrico, espejos retrovisores con atenuación automática y calefacción y limpia parabrisas sensibles a la lluvia. El paquete de prestaciones de seguridad estándar llamado i-Activsense, brinda funciones de mitigación de colisiones y mantenimiento de carril para ayudar a reducir el riesgo de un accidente, frenado de emergencia automático, control de carril activo, el control de crucero adaptativo y los monitores de puntos ciegos, muy útiles en este modelo con visibilidad limitada a los lados.
Además del panel digital para los controles de clima y la configuración del vehículo del MX-30, una pantalla secundaria de 8.8 pulgadas brota del tablero para cubrir funciones de información y entretenimiento como audio, navegación y la cámara en reversa, que es de excelente definición. El MX-30 utiliza la última interfaz de información y entretenimiento de Mazda, y ofrece conectividad con Android Auto y Apple CarPlay, pero no tiene opciones de pantalla táctil. Descontando una elección de menú EV, el resto es similar a otros vehículos del fabricante. Lo mismo sucede con la pantalla de información para el conductor, donde incluso la carga de la batería se muestra en un indicador igual al de los autos con tanque de gas.
En la carretera
El “elefante en la habitación” es el rango del 2022 Mazda MX-30. Con su batería de iones de 35.5 kwh completamente cargada, podrá recorrer (con mucha suerte) 100 millas o 160 kilómetros. La mayoría de los fabricantes se han trazado, como mínimo, una meta de rango eléctrico de 200 millas o 322 kilómetros. El segundo día de mi prueba, entre el percance de una carga en casa fallida, y la envejecida y maltratada red de ChargePoint que visité y donde tampoco pude recargar el Mazda, llegué a una moderna estación de carga de la empresa eléctrica de mi ciudad con muy pocas millas de rango. En mi cabeza únicamente se repetía las dos palabras que ningún fabricante de autos eléctricos quisiera que un conductor recordara: “ansiedad de autonomía”.
El MX-30 viene con un motor eléctrico de 143 caballos de potencia que impulsa las ruedas delanteras, no estando disponible aun la tracción total. Como sugiere su bajo índice de potencia, la aceleración del MX-30 no está a la altura de rivales más potentes. A pesar de tener un sistema regenerativo de frenado ajustable, no hay opción de manejo con un solo pedal, otra adición a la lista de frustraciones. Como si no fuera suficiente, no hay una forma sencilla de desconectar el sonido falso del motor, que “inyectan” a través del sistema de sonido, y que a velocidad crucero llega a ser molesto.
Para solventar en algo las lamentaciones, debemos reconocer que, como todo buen Mazda, el manejo es animado y dinámico, ayudado por el centro de gravedad más bajo que el peso de las baterías proporciona. Ese manejo entusiasta es lo que le otorga a este SUV el “MX” en su nombre, un prefijo que únicamente se comparte con el auto deportivo MX-5 Miata de Mazda, uno de nuestros preferidos de todos los tiempos.
Para escoger
El MX-30 se ofrece en dos niveles de equipamiento, básico por $34,645 y Premium Plus comenzando en los $37,655. Ambos vienen bien equipados, y el Premium Plus agrega un sistema de sonido Bose, cámaras de 360 grados y un esquema de pintura de varios tonos que mejora su apariencia. Los competidores directos incluyen, Hyundai Kona eléctrico, Chevrolet Bolt, Kia Niro EV, Mini Cooper SE y el Nissan Leaf, todos con mayor rango, incluyendo al pequeño Mini que alcanza las 110 millas.
Concluyendo
En Europa, donde comenzó a comercializarse primero, Mazda movió 12,249 unidades del MX-30 en el 2021 y unas 1,104 en los tres primeros meses de este año. En los mismos tres primeros meses del 2022, modelos como el Kia Niro EV, Kona Electrico, o Peugeot 3008 PHEV, sobrepasaron las 7,000 unidades vendidas allí. En Estados Unidos, Mazda ha comenzado a vender su primer eléctrico solo en California, y la recepción no parece ser entusiasta. 180 unidades en los primeros tres meses del año. Estos endémicos números nos provocan una pregunta: ¿Puede que sea el Mazda MX-30 EV una causa perdida?
Las bajas ventas podrían llevar a que el fabricante japonés elimine por completo el modelo, como antes hemos visto sucedió con el Honda Clarity EV por similares problemas de rango. Quizá la única forma de salvar el MX-30 y hacerlo más atractivo sea ofrecer otra opción de batería de largo alcance, lo que consecuentemente aumentaría su precio.
Mazda es un fabricante pequeño, que puede darse el lujo de “marcar su propio ritmo”. Lo ha demostrado con muchos modelos que no son segundos de nadie, y algunos francamente emocionantes. Ojalá se tomen en serio su propuesta eléctrica, que, por el momento, permanece en el fondo de mi lista de recomendaciones.
Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera, los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.