GRAND RAPIDS, MI (ELINF)
Este año, el zoológico ha dado la bienvenida a múltiples nuevas incorporaciones: una cría de bongo de montaña oriental, un cachorro de leopardo de las nieves, tres crías de lince y tres polluelos de pingüino, y es posible que haya más nacimientos en el horizonte. Esto se debe a la participación del zoológico en la crianza estratégica para ayudar a la conservación de especies vulnerables a nivel local y en todo el mundo.
“Los animales bebés que nuestros visitantes conocen y aman son el resultado de estrategias altamente científicas para conservar las poblaciones de especies amenazadas y en peligro de extinción, de modo que se mantengan por mucho tiempo en el futuro”, dijo Marcus Zevalkink, curador general del zoológico. “El Zoológico John Ball es principalmente una organización de conservación y estamos orgullosos de contribuir a garantizar la sostenibilidad a largo plazo de muchas especies”, añadió.
El Zoológico John Ball participa en más de 40 Programas de Planes de Supervivencia de Especies a través de la Asociación de Zoológicos y Acuarios (AZA), a través de la cual el Zoológico está acreditado con el más alto estándar de cuidado animal del mundo. En estos programas, los expertos recomiendan parejas reproductoras en función de los objetivos de población para mantener una población genéticamente diversa, demográficamente variada y biológicamente sana que sea sostenible a largo plazo.
Los Planes de Supervivencia de Especies también ayudan a garantizar que los animales no sean recolectados de la naturaleza y colocados en zoológicos. De hecho, la gran mayoría de las especies bajo cuidado humano no son recolectadas de la naturaleza. Las que lo son, en muchos casos, no habrían podido sobrevivir en la naturaleza. Además de crear una población estable bajo cuidado humano, existe la oportunidad de crear una población segura que sea genéticamente sana. En los casos en que las poblaciones silvestres estén en dificultades, se podrían liberar animales para ayudar a que la población de la especie crezca, lo que podría salvar a una especie de la extinción. De hecho, este ha sido el caso de muchas poblaciones silvestres. Sin este trabajo a través de la AZA, algunas especies como los hurones de patas negras, los lobos rojos, los cóndores de California y más ya no existirían en la naturaleza.
En algunos casos, el proceso de encontrar una pareja reproductora genéticamente sana podría llevar años. En el caso de los leopardos de las nieves, el zoológico trabajó durante cinco años para emparejar a una pareja adecuada con su leopardo de las nieves macho, Mylo. En 2023, Yuki, la leopardo de las nieves hembra, fue transferida al zoológico John Ball desde Canadá con la esperanza de que la pareja se reprodujera con éxito. La unión de esta pareja resultó en el nacimiento de un cachorro de leopardo de las nieves este año, lo cual es muy importante para la sostenibilidad a largo plazo de esta especie amenazada.
“El complejo proceso que conduce al nacimiento de nuevos animales brinda mucha alegría a nuestros visitantes, y ese es el beneficio secundario de la cría estratégica de animales”, resaltó Zevalkink. “El objetivo número uno es siempre la conservación de la vida silvestre y los lugares salvajes, y a través de este proceso podemos estar más seguros de que estas increíbles especies existirán para las generaciones venideras”, concluyó.