Editorial por Luis Molina
Son ya quince años que el gobierno de Michigan les quitó, si les quitó esa es la palabra correcta, las licencias de conducir a los indocumentados en Michigan. ¿Muchos se preguntan por qué? ¿qué estaban haciendo mal? ¿estaban manejando mal? no, para nada simplemente fue por no tener documentos y pues ni quiero mencionar la palabra por las que en realidad las quitaron.
Mientras sean peras o sean manzanas miles de personas sueñan con la esperanza de que un día se les ablande el corazón y se las regresen de nuevo. En mi opinión tal como dice el título de este editorial, «No las regresan porque no quieren» si, esa es más que la verdad.
Las administraciones pasadas decían que no las regresaban porque no tenía el apoyo en el capitolio y que la legislatura de Michigan no apoya tal decisión. ¿Pero ahora la Gobernadora de Michigan tiene todo el apoyo de la legislatura desde el año pasado, entonces qué es lo que están esperando? simplemente es algo que no quieren hacer y claro que ninguna de esas personas tiene la necesidad que tienen los miles de indocumentados que todos los días manejan con el temor a ser detenidos por un oficial y hasta ser deportados.
Anhelamos el día en que Michigan sea uno de los muchos estados que ha visto la necesidad de regresar las licencias de conducir a los indocumentados, una necesidad que es urgente ya que miles de familias salen a las calles con ese temor.
El que regresen las licencias de conducir a los indocumentados no solo les beneficia a ellos sino que beneficiaría en gran manera al estado de Michigan pues el que las personas se sientan más seguros de salir a las calles sin duda arrojará una gran cantidad de impuestos al estado ya que habrá más comercio gastaran más dinero los inmigrantes pero creo que esa es un aparte que ellos se dan cuenta y es algo que hace falta que las organizaciones que pelean a favor de que regresen dicho documento les falta ser más estratégicas en vez de solo salir a gritar a las calles.
