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Es tan común ver como todos nos encontramos aterrorizados por el coronavirus y para evitar la pandemia nos hemos refugiado en nuestros hogares por el temor de contraerlo y morir.
Ahora en su mayoría nos encontramos resguardados en nuestros hogares y hemos abandonado muchas de las actividades cotidianas que hacíamos normalmente, mismas que dañaban al planeta.
Por citar un ejemplo claro ya no solemos utilizar en la misma medida el automóvil, una cosa que utilizábamos a diario ahora la utilizamos solo cuando es necesario, además de eso ya no se generan las mismas cantidades de emanaciones de dióxido de carbono, pero no solo provocadas por el auto sino en las empresas que han parado sus actividades, además de la reducción de basura en espacios públicos y la explotación desmedida de los recursos naturales.
En diferentes plataformas digitales hemos podido observar cómo comparten fotografías de lugares que antes se encontraban contenidos y ahora están limpios porque todas las personas se encuentran en sus hogares.
Por citar ejemplos esta la calidad de aire en China, los canales de agua de Venecia, cientos de playas limpias sin estar llenas de basura y de turistas, muchos ríos se pueden ver llenos de peces he incluso algunos bosques y selvas han dejado de ser talados.
Mismos científicos han dicho que la capa de ozono se encuentra recuperándose y que incluso vientos circulan por todo el mundo, todo porque las personas se encuentran encerradas.
Aquí es donde se deja una gran reflexión: ¿Quién será el peor virus el COVID-19 o la humanidad?
El día que todo esto termine será tarea te todos y cada uno de nosotros el reflexionar y cambiar nuestras prácticas porque este virus fue causa y consecuencia de la acción humana, misma que está acabando con el planeta.
Si cambiamos podremos disfrutar de un mundo mejor, con aire limpio, con recursos naturales suficientes, y sobre todo libre de virus.