«Me dijo: ‘Voy a ponerme esto para tu boda’. Yo solo era un adolecente», comentó la hija que supo que su padre guardó la corbata por 24 años
El amor de un padre es especial, quizá nunca puede igualarse al de una madre, pero cuando un padre cumple con toda la responsabilidad de hacerlo, los detalles que suele hacer para mostrar que ama a sus hijos, son contundentes.
Cuando un padre está en tus momentos más importantes, hará lo que esté en sus manos para que tú estés disfrutando al máximo, pero puede que te sorprenda con algo que no esperabas. Esto fue lo que le sucedió a Megan Becker-Towns, una mujer de 29 años de edad que acaba de celebrar su matrimonio.
Como todas las celebraciones de unión en el mundo, la ceremonia estuvo planificada para que saliera de la mejor forma. Todo iba tal y cómo se había planeado, por lo que no esperaba la sorpresa de su padre, que terminó por hacerla llorar.
Su padre fue vestido como cualquier otro invitado de la fiesta, pero su corbata era de papel, un detalle que ella le había dado 24 años antes, cuando Megan tenía 5 años. El padre habría guardado la corbata todo ese tiempo para un momento especial. Ella nunca supo de esto.
La ceremonia iba de lo más normal y cuando el padre entró a bailar con ella, llegó usando esa corbata en su cuello, un sin fin de recuerdos les vinieron a ambos a la mente y no pudieron para su llanto.
«En ese momento, colgó la corbata en el espejo de su dormitorio, donde se había acumulado polvo a lo largo de los años. Le quitaba el polvo y, de nuevo, me decía: ‘Me voy a poner esto para tu boda’. Yo era un adolescente y en esos momentos simplemente ponía los ojos en blanco y hablaba. ‘Oh, está bien, papá’», recordó Megan.
Este padre cumplió su promesa, tal y como se lo dijo cuando era pequeña, ahora, ya siendo toda una adulta, vio cristalizada la palabra del hombre. De hecho, en una ocasión que se mudaron, él le dijo a Megan que perdió la corbata y le hizo creer que no sabía dónde se encontraba. «Bueno, no creo que puedas usar esa corbata«, fue lo que le dijo, por eso esta sorpresa le resultó mayor.
El padre planeó la pequeña «mentira» y ella le agradeció el gesto y bailaron durante un breve momento, ambos con lágrimas en los ojos.
