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Parece que esta práctica se está volviendo una costumbre en muchos lugares de diferentes países y las personas poco informadas, por no decir ignorantes, han atacado a médicos, doctoras, enfermeros y enfermeras aventándoles cloro, dañando sus hogares he incluso pintado sus automóviles como si ellos fueran a contagiar a todo el mundo.
Al contrario, lo que hacen es una cosa que todos debemos reconocer y no andar haciendo esa clase de barbaridades.
Si bien es cierto en su gran mayoría la población los aprecia, respeta y valora, incluso les ofrecen su apoyo emocional y económico dándoles servicio de transporte gratis, o hasta comida, pero lamentablemente como dice un dicho muy famoso, “Jamás puede faltar el prietito en el arroz”, y ese prietito es la gente que desconoce que ellos están haciendo una gran tarea y están poniendo en riesgo su salud para salvar vidas, y no solo contra el coronavirus sino contra muchas otras enfermedades más.
Es muy injusto y a la vez desesperante ver cómo actúan así porque se supone que vivimos en tiempos civilizados, de cultura, y sobre todo de educación, y se supone, entre comillas, que estas acciones ya no deberían de pasar.
Lamentablemente pasan y es por la ignorancia y falta de valores que tenemos como sociedad, debemos de reconocer lo que los demás hacen por nosotros y no actuar bajo las vías incorrectas.
Esperemos que estas palabras sirvan de reflexión para muchos y que si alguien ha cometido o piensa cometer algún acto delictivo contra el personal de salud se arrepienta.
Igual felicitamos a todos aquellos que han brindado su apoyo y servicio para aquellos que salvan vidas.