Los hechos ocurrieron cuando la señora estaba sentada con su nieto en una de las jardineras, los policias realizaban su recorrido de vigilancia a bordo de bicicletas y se percataron de las situación, se acercaron a preguntarle a la señora si necesitaba algo, a lo que respondió que no tenía dinero para surtir la receta del menor.
Uno de los policias se la pidió y acudieron a una farmacia cercana para comprar lo que necesitaba, después de algunos minutos regresaron y le entregaron la caja de pastillas, además la apoyaron económicamente.
Este caso rápidamente se ha vuelto viral y deja una enseñanza de que no todos los policías son corruptos, un aplauso para estos dos elementos que portan con orgullo su camiseta y verdaderamente sirven al pueblo.