Por Maria G Erazo
Es esencial que nos entendamos a nosotros mismos: identifiquemos nuestras debilidades, fortalezas y áreas para mejoras. Es un «deber» que todo el mundo tengamos «identidad propia» que comienza desde el interior, tales como el saber nuestra capacidad y límites como individuo.
Todas las personas exitosas y los expertos saben que todo comienza en nuestra mente. Es nuestra mejor herramienta en la vida, y se recomienda encarecidamente que la utilicemos con rectitud y la formemos para que podamos alcanzar nuestro máximo potencial.
La mayoría de las personas pierden la pista en el cumplimiento de sus objetivos porque dejan que la emoción los controle, y cuando lo hacen, se crea una «ilusión» en su mente que indica que ya han logrado algo a pesar de la falta de acción y desmotivación.
Nuestra mente es tan poderosa que todos necesitamos desarrollarla y entrenarla, es como una bestia salvaje, especialmente cuando carecemos de «autocontrol» o nos guiamos por influencias externas.
El autocontrol es un producto de la disciplina, una actitud mental que se resiste a inclinarse y se enfoca en su propósito principal. No surge solo de estar motivado porque la verdad es que «la motivación caduca».
El control es como el liderazgo, no nacemos con él, pero se aprende y se perfecciona desde el primer momento.
El autocontrol es también una habilidad y no simplemente una actitud. Debe coincidir con el nivel de madurez de un individuo para que no se desperdicie. Es como un vestido; uno no puede usar algo que nos quede demasiado pequeño o grande.
La mayoría de las veces, el autocontrol está subestimado y se considera un cliché. Es como una idea que es común y barata, porque todos la tienen, PERO sin ejecución y práctica, es equivalente a inacciones absolutas.
Para tener éxito, necesitamos tener el conjunto de habilidades críticas necesarias para nuestra empresa y ejecución consciente.
De esta manera, podemos ganar nuestro futuro y ayudar a más personas.
¡Ve por ello y consigue lo que quieres!