— ¿No crees que necesitas un kit de emergencia? Piénsalo bien, dicen las familias que lo necesitaban.
Por toda la sala de la casa de la familia Rodriguez se ven linternas, recipientes con agua, un botiquín de primeros auxilios y paquetes de alimentos listos para su consumo. Pero la familia no se va de acampada, se están preparando para un desastre al organizar una “mochila de emergencia”.
Kevin y Jhensy Rodriguez jamás se preocuparon por los desastres naturales en Grand Rapids, pero después de los tornados y tempestades de hielo en el 2020, no querían dejar nada al azar.
Por todo el país, la preparación de un kit para desastres ha ayudado a las familias hacer frente a los fenómenos climatológicos anormales, pues los expertos han advertido que estos van en aumento.
“Contar con un plan personal de preparativos aumenta sus probabilidades de quedar a salvo”, según dice un programa de capacitación del Centro Nacional de Preparación Contra Desastres de Columbia University.
Aaron y Jacqueline Pate, que se despertaron bruscamente por los persistentes golpes de un vecino, les aterró ver el rápido desplazamiento de las llamas del incendio forestal Woolsey, que había estado a muchos kilómetros cuando se acostaron a dormir. Ardió hasta llegar a 100 pies (unos 30 metros) de su casa ubicada en Westlake Village, California, en 2018; formaba parte de la temporada de incendios forestales más mortífera que el estado haya registrado.
“Puesto que teníamos nuestras mochilas de emergencia, no corríamos de un lado a otro buscando empacar las cosas a última hora,” comenta Jacqueline. “Tuvimos el tiempo que necesitábamos para calmar a nuestros hijos y llevar a todos a salvo al auto”.
Los Pate atribuyeron el mérito a la ayuda de preparación para desastres que recibieron como testigos de Jehová, tanto a través de recordatorios periódicos que recibían en sus reuniones de congregación como a la página de Internet de la organización, www.jw.org, donde encontraron consejos prácticos para organizar sus mochilas de emergencia.
«La vida es preciosa, así que animamos a todos a que sigan los consejos de la Biblia de tomar medidas prácticas para protegernos del peligro», dijo Robert Hendriks III, portavoz de los testigos de Jehová en los Estados Unidos.
En circunstancias contrarias, las mochilas de emergencia resultaron útiles como “mochilas de estancia”.
Cuando la tempestad invernal Uri, en el mes de febrero, dejó a millones de residentes de Texas sin calefacción, electricidad y agua corriente, muchas mochilas de emergencia fueron utilizadas por vez primera fuera de la temporada de huracanes.
Gracias a que Dan y Rhiannon Muey, que viven en Houston, se habían preparado de antemano, esto les permitió resguardarse en su casa durante varios días, mientras muchos de sus vecinos tuvieron que aventurarse sobre carreteras peligrosas en busca de suministros en tiendas que se habían agotado.
“Nuestras ‘mochilas de emergencia’ para huracanes se convirtieron en ‘mochilas de estancias’ durante la tempestad invernal”, dice Dan, “pero qué contentos nos sentíamos por tenerlas. En lugar de hacer largas filas para conseguir lo básico, como agua potable, ya teníamos lo que nos hacía falta”.
La familia Gauthier tiene la costumbre de reunirse para revisar y rellenar los suministros de emergencia de la familia. En el pasado mes de agosto, sus esfuerzos dieron sus frutos cuando el huracán Laura los golpeó en Lake Charles, Louisiana.
Matthew, padre de dos hijos, dice que “haber tenido nuestras mochilas de emergencia hizo posible que actuáramos con mayor prisa. Si hubiéramos tenido que empezar de cero, nos hubiésemos demorado muchísimo”.
Pueden encontrarse sugerencias y consejos para estar preparado en caso de desastres, y organizar una mochila de emergencia, en FEMA en
https://www.ready.gov/
y los testigos de Jehová en https://www.jw.org/es/biblioteca/revistas/despertad-2017-numero5-octubre/desastres-que-hacer-para-sobrevivir/.