Washington (EFE)
Tres legisladores demócratas y uno republicano presentaron este miércoles un proyecto de ley que busca mejorar la capacitación de los maestros que enseñan inglés en las escuelas a alumnos cuyo idioma materno es otro. La iniciativa la presentaron los representantes demócratas Tony Gonzáles, de Texas; Jim Langevin, de Rhode Island; Adriano Espaillat, de Nueva York, y el republicano Mark Amodei, de Nevada.
El senador republicano John Cornyn, de Texas, y la senadora demócrata Catherine Cortez Masto, de Nevada, presentarán una iniciativa similar en la Cámara Alta del Congreso. «Más de uno de cada tres niños en mi distrito hablan en casa un idioma que no es inglés, y nuestras escuelas necesitan estar equipadas de forma apropiada, con suficientes maestros que puedan enseñar inglés como un segundo lenguaje», dijo González.
Langevin dijo que en su distrito uno de cada diez alumnos en las escuelas públicas debe aprender inglés «y tenemos muy pocos maestros instruidos específicamente para apoyar esta comunidad creciente de estudiantes». Por su parte, Espaillat indicó que es necesario «asegurar que, a medida que el país reabre las actividades después de la pandemia y los alumnos que necesitan aprender inglés retornan a las aulas, exista el apoyo de educadores calificados». Cornyn dijo que en un estado «tan diverso» como Texas, es «absolutamente crítico» que los educadores estén preparados para atender las necesidades de aquellos que deben aprender inglés además de sus otros estudios.
El proyecto de ley establece un programa de donaciones para que las instituciones de educación superior cooperen con los distritos escolares donde existe una necesidad mayor de educadores bilingües a fin de desarrollar programas de capacitación para los docentes. «El lenguaje no debería ser una barrera en la senda hacia una buena educación pública en Estados Unidos», señaló la senadora latina por Nevada. Cortez Masto destacó que el proyecto de ley atiende la «escasez crítica de maestros de inglés» en su estado y así los alumnos que aprenden inglés tendrían «lo que necesitan para estudiar en igualdad de condiciones con sus pares».