Por Maria G Erazo / El Informador
Estaba buscando en Internet si hay un porcentaje de pensadores negativos en todo el mundo. Solo pude encontrar que el 80% de lo que pensamos era negativo y el 95% repetitivo.
Estamos de acuerdo en que las personas piensen solo en su seguridad cuando se vuelven negativas en algo. Sin embargo, esta forma de pensar les lleva a trabajar en la construcción de sus estrategias de mitigación de riesgos autosuficientes y resistencia natural ante fracasos y fallas de la vida.
En mi observación diaria, he visto que las personas se sienten atraídas fácilmente por la negatividad y las opiniones. Esta población generalmente está constituida por: consumidores, compradores impulsivos, obstinados, chismosos y conductas repetitivas que tienen un efecto insignificante en el crecimiento personal y emocional. Una de las principales razones por las que están obligados a estar en ese estado todos los días es porque a menudo son «mal entendidos».
Son los Incomprendidos por sus amigos y familiares, especialmente cuando tienen una expresión única para decir acerca de su propósito (o causa) y buenas ideas, pero no son social ni culturalmente aceptados.
Apoyar a los demás es inevitablemente mejor que no hacer nada más, pero ¿qué tipo de apoyo? Antes de hablar sobre el tipo de apoyo y nivel, todos debemos entender que necesitamos paciencia y un cierto nivel de confianza para hacerlo; de lo contrario, nuestra ayuda parecería ‘intrusiva’ y no funcionaría de forma natural.
Todos pueden representar u ofrecer cierto «espacio» o «libertad» a nuestros amigos o un «círculo cerrado». Ese espacio o libertad les permite no solo funcionar eficazmente sino también identificar su potencial más elevado, su valor en un cierto grado de extensión, donde pueden ventilar sus emociones no reconocidas a medida que optimizan su ser presente y su atención plena.
Esta condición favorable a menudo ocurre cuando estamos abiertos a rendir nuestros sentimientos y aceptar el cambio. Sé que esto suena extraño y familiar, pero en el fondo de nuestros corazones, sabemos que queremos esto, ¿no? Sentir y abrazar la libertad para expresarnos.
Este artículo es un llamado a ser un «mejor amigo» para nuestros padres, un amigo cercano o incluso para nosotros mismos. Son nuestros hombros el mejor apoyo cuando estamos tristes, solos o deprimidos.
Así que recuerda, no estás solo, no dejes que tu círculo inmediato se sienta solo, ayudémonos unos a otros.
¡Anímate!