Por: Roger Rivero
El apego de los americanos a las camionetas es irrefutable. Durante la filmación del video que acompaña mis artículos, tuve la curiosidad de contar cuántas camionetas, o pickups, aparecían en el video grabado en una intersección desde la llegada al cambio de luz verde. Trece en total, y eso que estamos hablando de un poblado urbano en Oregón. Un experimento parecido en Texas añadiría de seguro muchas más al conteo. Por otra parte, si hiciéramos algo parecido en Madrid, Milán o Frankfurt, posiblemente durante varias horas no alcanzaríamos un conteo como este.
¿Qué le encuentra el consumidor de este país a las camionetas? La respuesta no es monolítica. Hay factores culturales, económicos y psicológicos, todos combinados para fundar la seducción por este tipo de auto. La cultura de vida en Estados Unidos es de auto dependencia. Es cierto que no hay vehículo más practico que una pickup, o camioneta. Cómoda para la familia, lista para excursiones remolcando esa lancha -también parte del sueño americano- y con los precios del combustible tradicionalmente bajos…quién se resiste. Por otra parte, la posición suprema que por muchos años ha ostentado esta nación, interviniendo para bien o mal en cuanto conflicto se ha desatado allende el mar, se transporta a la personalidad de mucha de su gente, en forma de camioneta, donde la posición de manejo es alta, y desde la que muchas veces, otros vehículos parecen minúsculos a su lado.
Un excelente ejemplo es la camioneta que probamos esta semana. En la RAM 2500 me sentí todos estos días como “subido en zancos”. Aclamada por su alta capacidad de remolque y carga, que son las mejores de su clase, a nuestra camioneta de prueba le agregaron el paquete “off-road”, con control de descenso, amortiguadores absorbentes marca Bilstening, diferencial anti deslizamiento, y neumáticos de 20 pulgadas, entre otras adicciones.
Con solo contemplarla, no quedan muchas dudas que esta RAM está lista para contingencias y trabajos fuertes, pero prendiendo su motor, cualquier incertidumbre quedaría despejada. El ronroneo de este motor es “música” para los oídos de sus conductores, sobre todo en la versión de 8 cilindros, 6.4 litros Turbo Diesel. Es el motor que viene estándar en las versiones Laramie, Laramie Longhorn y Limited, y tal parece que envía un mensaje claro: “carretera; es todo lo que necesito”. Son 385 caballos y 900 libras pie de torque en un motor masivo por su tamaño, que, de seguro, adorarán los que gusten de las excursiones largas, pues como mi padre me decía cuando lo apabullaba con preguntas, “los motores de petróleo, mientras más calientes, mejor trabajan” … carretera, mucha carretera.
Aquí la comodidad queda relegada a un segundo plano. Esta camioneta quizás haya sido pensada como un “caballo de trabajo”, y sin llegar a ser incomoda, tampoco exhibe el confort que encontraríamos en una Ford F-150, e incluso en una RAM 1500. A mi particularmente, esto no me molesta. Los asientos tienen el soporte necesario, y hay ajustes suficientes, incluyendo la altura de los pedales, para adaptarse a personas de tamaños diferentes. El acabado interior de la RAM es realmente lindo para una camioneta de estas dimensiones. Destaca en el sistema de información y entretenimiento Uconnect que es apreciado en la industria, por su sencillez, excelente reconocimiento de voz, y grandes iconos, que hacen fácil su operación mientras se conduce.
A pesar de su gran tamaño, esa camioneta se maneja sorprendentemente bien. No se siente tan ancha o larga como realmente es, siempre que no estés obligado a estacionarla en la ciudad. Aquí es donde los quebraderos de cabeza comienzan, pero como decía mi abuelita; “a un gustazo un trancazo”. Quienes compran este tipo de vehículo saben que estacionamiento y consumo de combustible, son dos de las adiciones que la acompañan con la compra. Pudiéramos agregar un pequeño quebradero de cabeza adicional; el elegir qué tipo de camioneta comprar.
Con 27 diferentes variantes, esté preparado para pasar un buen rato en el concesionario. Haga su trabajo de investigación en casa, y aprenda de las diferencias entre los modelos. Como botón de prueba, le comento que la 2017 RAM 2500 Tradesman, con cabina regular y cama estándar, comienza cercana a los $33,500. Una Laramie Longhorn con el paquete de todo terreno y algunos otros adornos, venia con precio de $74,975, precio que, aunque quizás parezca alto, está justo en línea con el de productos similares de Ford y GMC.
Usted tómese su tiempo a la hora de comprar. Esta será, sin lugar a dudas, la mayor inversión luego de la compra de una casa, y un paso importante en el proceso de “americanización” que querámoslo o no, para muchos es inevitable.