Tucson (Arizona), 4 sep (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
Las organizaciones ScholarshipsA-Z y ALAS anunciaron este viernes una campaña que busca recaudar fondos para entregar becas a estudiantes indocumentados debido a la negativa de la Administración del presidente Donald Trump de aceptar nuevas aplicaciones de DACA.
El fondo de becas busca dar una oportunidad de seguir estudios en universidades y colegios comunitarios a estudiantes indocumentados que debido a su estatus migratorio cuentan con muy pocas opciones de ayuda para terminar una carrera.
El fondo lleva el nombre en inglés de Immigrant Scholarship Hustle (ISH) y desde que fue establecido hace tres años ha ayudado a más de 220 estudiantes indocumentados tanto en la ciudad de Tucson como en Phoenix.
Este programa es de jóvenes indocumentados para jóvenes indocumentados, dijo Carolina Silva, representante de ScholarshipA-Z.
Aseguró que la ayuda es más necesaria que nunca debido a que la Administración Trump no acepta nuevas aplicaciones del programa de Acción Diferida Para los Llegados en la Infancia (DACA), a pesar de que la Suprema Corte de los Estados Unidos mantuviera con vida el programa en junio pasado.
De acuerdo a Silva, en los últimos años están recibiendo cada vez más solicitudes de jóvenes indocumentados recién graduados de escuela secundaria que no pudieron aplicar para DACA y que necesitan de ayuda financiera para seguir sus estudios.
Algo muy difícil, especialmente en estados como Arizona donde existe una ley estatal que impide a los estudiantes indocumentados pagar colegiaturas de residentes del estado en universidades y colegios comunitarios.
Esto sin importar que se gradúen de escuelas secundarias locales o el número de años hace que vive en este estado.
Aunque las universidades y colegios comunitarios han aprobado tarifas «reducidas» para los estudiantes indocumentados, para muchos esto no es suficiente.
De acuerdo a Silva, un estudiante indocumentado paga un promedio de 12.000 dólares anualmente en un colegio comunitario en Tucson, algo que supera las capacidades económicas de muchas familias y en una universidad la «tarifa de colegiatura es mucho más alta».
La necesidad de recaudar fondos para los jóvenes estudiantes indocumentados también se ha incrementado debido a la pandemia de la COVID-19, la cual ha azotado duramente a la comunidad latina y las familias inmigrantes.
«Muchos han perdido su empleo, algunos jóvenes están teniendo que tomar la dura decisión de utilizar el dinero que tenían destinado para sus estudios para pagar la renta y ayudar a sus padres», lamentó Silva.