Chicago (IL), 7 ago (ELINFORMADORUSA/EFE News).-
Illinois sumó más de 2.000 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas, la primera vez en dos meses, dato dado a conocer en una jornada en la que el gobernador estatal, JB Pritzker, advirtió que hay 13 condados en estado de alerta por el resurgimiento del virus.
Según cifras del Departamento de Salud Pública estatal, en las últimas 24 horas se confirmaron 2.084 casos y 21 muertos. La última vez que los casos nuevos confirmados superaron los 2.000 fue el 24 de mayo, cuando el estado reportó 2.508 enfermos.
El resurgimiento del virus ha sido detectado en negocios, asilos de ancianos, grandes reuniones sociales y en viajeros que salen del estado. El último caso incluye a los estudiantes que regresan a las universidades y que no usan tapabocas ni guardan la distancia social.
Desde marzo, cuando empezó el recuento en Illinois, en este estado han dado positivo 190.508 personas, se han registrado 7.613 muertos y se han realizado casi 3 millones de pruebas.
Hasta el jueves por la noche, había 1.486 pacientes con coronavirus hospitalizados, de los cuales 333 estaban en unidades de cuidados intensivos y 125 con ventiladores.
Los condados que están en estado de alerta, entre los que no figura el de Cook, donde se asienta Chicago, están bajo riesgo de tener que volver a una cuarentena, se informó hoy.
El gobernador también anunció este viernes nuevas medidas para obligar a los comercios a cumplir con la exigencia de que los clientes usen mascarilla, o corren el riesgo de recibir multas de hasta 2.500 dólares.
Los negocios infractores recibirán primero una advertencia por escrito, y la multa se aplicará cuando se compruebe que no cumplen con los lineamientos de salud pública y reducción de riesgos, informó la oficina del Gobernador.
Pritzker dijo que sus reglas «ayudarán a garantizar que una minoría de personas que se niegan a actuar responsablemente no haga retroceder a nuestro estado».
La propuesta de multas fue condenada por la Asociación de Comerciantes Minoristas de Illinois, cuyo presidente y director ejecutivo, Rob Karr, opinó que «carece de sentido común y es una bofetada a los miles de minoristas que han sacrificado tanto durante esta pandemia».
En su opinión, las reglas deberían enfocarse en «individuos que no están cumpliendo en lugar de castigar e intentar demonizar a empresas inocentes».
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