Ocho de los nueve gobernantes pertenecen al Partido Demócrata (Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Nueva York y San Francisco) y solo Francis Suárez, de Miami, es republicano; no obstante, este último señaló que no ha sido notificado del tamaño de la operación de ICE y que será difícil coordinarse en tan poco tiempo. De Blasio estableció la línea telefónica 01-800 ActionNYC y el 311 para brindar ayuda gratuita y confidencial a los migrantes, y en su sitio web aclara que la ciudad ha invertido 48 millones de dólares en la materia y cuenta con un fondo para representación y planes de emergencia,
como la designación de cuidadores temporales de menores que permanezcan en EU. Además, el Departamento de Policía de Nueva York no pregunta sobre el estatus migratorio a un testigo o víctima de un crimen. En contraparte, ICE ofrece una línea a los ciudadanos que quieran denunciar a extranjeros presuntamente ilegales. Ayer se reportaron ya dos redadas: una en un edificio de Sunset Park, en Brooklyn, donde nadie abrió la puerta, y otra en un domicilio equivocado en el barrio de Harlem. La ciudad lanzó los hashtags #KnowYourRight y #HandsOffOurFamilies en apoyo de los migrantes. Los activistas de la New
Sanctuary Coalition difundieron mapas de los templos erigidos como refugio, lo mismo episcopales, judíos, bautistas, luteranos, católicos, presbiterianos, metodistas, protestantes, budistas e islámicos. La alcaldesa London Breed manifestó que San Francisco siempre será ciudad santuario y defenderá a sus residentes migrantes, por lo que toda la comunidad debe estar preparada y conocer sus derechos. También estableció una línea telefónica para reportar redadas y una página de internet para asesoría legal. De hecho, los alcaldes de Oakland y San José, también en California, Libby Schaaf y Sam Liccardo,
respectivamente, ofrecieron una Red de Respuesta Rápida a los migrantes. La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, anunció medidas de seguridad y garantizó los derechos de extranjeros independientemente de su estatus legal; advirtió que no tolerará que ICE destroce familias y comunidades. Keisha Lance Bottoms, alcaldesa de Atlanta, difundió información y llamó a los habitantes a ayudar a todos a entender sus derechos, y promovió la línea de la Alianza Latina de Georgia para reportar redadas. El alcalde de Houston, Silvestre Turner, advirtió: “No apoyo las redadas contra inocentes que han venido a este país para escapar de la violencia o para construir una vida mejor para sus familias”. El de Denver, Michael Hancock, anticipó que las
fuerzas de seguridad no ofrecerán ninguna asistencia a los agentes de Migración, mientras que el de Los Ángeles, Eric Garcetti, difundió un mensaje en el que advirtió que el departamento de policía tampoco los apoyará y activó el 311 para atender emergencias y dudas sobre los fondos de ayuda migratoria. El de Baltimore, Bernard C. Young, señaló que los migrantes no deben temer por la separación familiar y la deportación, pues hará todo lo que esté a su alcance para que se sientan seguros. Ayer, miles de personas colmaron la Plaza Daley, en el centro de Chicago, para protestar contra las redadas. En El Paso, Texas, junto al cruce internacional Paso del Norte, decenas de activistas y defensores de derechos de migrantes gritaron consignas contra las autoridades estadunidenses. En Los Ángeles, líderes sociales crearon “comités de resistencia” para que los indocumentados no enfrenten solos a ICE.
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