Opinión por Héctor Loya
El 10 de junio se clausuró la novena Cumbre de las Américas con algunas declaraciones en relación con la migración que se pretende “ordenada, regular y segura para beneficiar el desarrollo económico”. Lo primero que llama la atención es el planteamiento de Joe Biden al señalar “el principio de responsabilidad compartida y mantener la estrategia de la protección de las fronteras contra la entrada irregular, por supuesto con humanidad” y además “ningún país debería cargar en solitario con los crecientes flujos migratorios”. La gran concesión fue que Estados Unidos acogerá a 20 mil refugiados de América Latina en 2023 y 2024, tres veces más que en el presente, pero resulta que es una quinta parte de los 100 mil ucranios que Washington se dispone a recibir.
También se anunciaron millones de dólares en nuevos fondos para ayuda humanitaria y asistencia al desarrollo de refugiados y migrantes vulnerables en América Latina, pero no se planteó siquiera discutir alguna estrategia que permitiera despresurizar la tendencia actual de los flujos migratorios. Todo lo contrario, quedó claro que se mantienen los controles fronterizos y, por lo tanto, se va a frenar la migración. Es evidente que no hay voluntad política, se sigue fomentando la idea de los “invasores indeseados” del sur global, vinculada a clasificaciones racistas y xenófobas, fácilmente distinguible si se comparan con las acciones puestas en marcha para los inmigrantes ucranios.
Con los cierres de fronteras se está favoreciendo a los traficantes de personas. De acuerdo con el Banco Mundial, “las cuotas de los llamados polleros alcanzaron 3 mil 801 millones de dólares el año pasado, es decir, casi 77 mil 46 millones de pesos, y se señala que se trata de datos que pueden estar subestimados, tanto por el número de migrantes indocumentados en México, como por los costos de los coyotes”.
Si de migración se trata la Cumbre de las Américas de 2022 fue un fracaso, lo cual obliga a buscar soluciones al fenómeno en el contexto de los propios países de la región latinoamericana.