Opinión por Héctor Loya
Este primero de mayo se conmemoró en muchos lugares el 1 de mayo, conocido como el día del trabajo, y en varias partes se tiene la costumbre de darles el día de asueto para descansar o realizar marchas para exigir los derechos laborales.
Sin embargo, más que nada el propósito que debemos tomar en cuenta es que el trabajo es vida.
Es vida porque gracias a él tenemos que comer, además nos permite la construcción de objetivos y metas, es la partida para alcanzar esos logros trazados, además de ser generador de prosperidad.
Y aunque muchos critican a los patrones por no darles el día a sus trabajadores, sin duda alguna quien trabaja se mantiene activo y brinda salud a su cuerpo, tanto mental como físicamente, además de sostener a los miembros de su familia y comunidad. Por esto no todos tienen el lujo de faltar este día.
En muchos países se celebra esta fecha, pero pocos saben por qué, y fue gracias a los movimientos obreros de países como Estados Unidos y Europa que lucharon por sus derechos laborales, a través de huelgas significativas iniciaron esta revuelta para tener condiciones laborales justas.
Puntos como la jornada laboral, la protección de los trabajadores, así como el derecho a la organización sindical, son solo algunos de los aspectos que se recuerdan y sirven de baluarte para manifestarse este día.
En este día, además de un descanso, se debe utilizar para reflexionar sobre los verdaderos avances del campo laboral que surgen de acuerdo a la época que vivimos. Soluciones justas para tiempos actuales.
Se ha avanzado poco y falta mucho por hacer, se trata de llegar a los mejores arreglos tanto salariales como hacendarios, que beneficie tanto al patrón como al empleado para que la mancuerna siga dando resultados en ganancia de ambos.
Mientras haya libertad, es necesario expresar las ideas y dar a conocer aquello que afecte a la sociedad por el bien de todos los derechos, pero también hay que reconocer que del cielo no caerán las cosas y que solo el que trabaja puede sobrevivir en este mundo tan acelerado.
