Los Ángeles, 10 nov (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).-
edio centenar de jóvenes «soñadores», como se conoce a los que llegaron al país de niños de la mano de sus padres, viajarán este sábado a Washington D.C. desde diferentes ciudades para demandar al Gobierno que restablezca el «Advance Parole», que les permite salir del país y regresar.
El permiso «Advance Parole» quedó sin efecto en 2017, cuando la actual Administración anunció el fin del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), implementado en 2012.
Según informó a Efe Armando Vázquez Ramos, profesor de la Universidad Estatal de California Long Beach y director del Centro de Estudios California-México (CMSC) de Los Ángeles, cerca de cincuenta jóvenes viajarán este fin de semana hasta Washington D.C..
Estos jóvenes «soñadores» partirán desde California, Texas, Delaware y otros estados del país para, además, estar presentes el martes en la audiencia en la que la Corte Suprema de Justicia escuchará los argumentos a favor y en contra del DACA.
Pero su viaje tiene otro motivo esencial: continuar abogando ante los legisladores federales por el restablecimiento del «Advance Parole», que ha permitido a cerca de 200 «soñadores» viajar a México para visitar a parientes enfermos o, en algunos casos, realizar estudios y «reconectarse con sus raíces».
Los jóvenes del programa de CMSC tendrán un entrenamiento de dos días y luego visitarán a los legisladores para pedir su respaldo, algo similar a lo realizado por otro grupo en junio pasado que obtuvo una importante respuesta de muchos congresistas.
«Ya enviamos una carta al Presidente (Donald Trump) con un enorme respaldo, pues incluye tres páginas de firmas de legisladores que apoyan el restablecimiento del ‘Advance Parole'», explicó Vázquez Ramos.
Dentro del grupo que se congregará en el D.C. este fin de semana hay cerca de 20 «soñadores» que ya han solicitado formalmente al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) la salida del país por razones humanitarias.
Entre ellas, una enfermedad terminal o graves problemas de salud de algún familiar cercano.
«Esta es la parte más dolorosa. Es una realidad que todos los inmigrantes sufren», agregó Vázquez Ramos al señalar que el CMSC ha recibido cerca de 200 solicitudes de «soñadores» interesados en aplicar para el permiso especial.