Por María G. Erazo
“Nos llaman soñadores, pero somos los que dormimos menos”
¿Alguna vez te has encontrado con esa idea que enciende tu pasión, pero los demás simplemente no entienden? Me pasa muy seguido. He decidido no perder el tiempo y energía en explicarle a cada persona para dónde van estos sueños y metas. Simplemente he decido tomar acción y seguir soñando en grande. Esto produce que tome decisiones radicales, muchos sacrificios y valor ante la burla o la falta de apoyo de los demás.
Toda empresa que ahora reconocemos, el éxito más grande de tu artista favorito y el trofeo esperado por un atleta, comenzó en algún momento como un sueño. Pero no se terminó aquí. Este fue solo el comienzo. Los artistas ensayaron por horas y horas, los atletas entrenaron por meses y meses y el emprendedor, que ahora es todo un empresario reconocido, tuvo mucho que sacrificar, como sus horas de dormir. Un sueño es una bendición; pero se pierde en el momento de no tomar acción. No solo te consideres un soñador, sino también un hacedor.
Existen millones de personas alrededor del mundo con ideas innovadoras y talentos increíbles; sin embargo, el mundo nunca los conoció porque vivieron soñando y no empleando. Este artículo es para invitarte a tomar el control de esos sueños, de tomar acción sobre aquella meta y a decidir dormir menos a causa de ello. No dejes que el mundo no conozca de las cosas maravillosas que tienes que ofrecer porque te quedaste dormido.