(El Informador/USA)
La pausa recomendada por el gobierno de Estados Unidos a la vacuna contra el coronavirus de Johnson & Johnson debido a un raro efecto secundario se mantendrá al menos una semana más, luego de que un panel de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) decidiera el miércoles que necesita tiempo para evaluar más datos.
Con más de 3,7 millones de vacunas de Johnson & Johnson administradas en las dos semanas y media anteriores a la interrupción del 13 de abril, se espera información adicional sobre el extraño efecto de coagulación de la sangre. Sin embargo, algunos expertos en salud temen que prolongar la pausa pueda hacer más daño que bien.
Los CDC y la Administración de Alimentos y Medicamentos reconocieron que los coágulos de sangre parecen ser poco frecuentes y recomendaron la pausa por “abundancia de precaución” para alertar a los proveedores de atención médica e investigar los casos.
Según expertos, una pausa envía un mensaje serio a la población, que dificulta que algunos estadounidenses no entren en pánico. En lugar de recomendar una pausa, las autoridades sanitarias podrían haber anunciado la investigación y alertado, pero permitir que los individuos decidieran por su cuenta si estaban dispuestos a correr el pequeño riesgo y aplicarse la vacuna de Johnson & Johnson.
La paralización envía un mensaje alarmante no sólo a la población estadounidense, sino también a los países de todo el mundo en los que la vacuna de Johnson y Johnson es la única disponible.
Cuanto más dure la pausa, más se podría dañar la percepción pública de las vacunas contra el coronavirus y, en última instancia, obstaculizar los esfuerzos del gobierno para combatir la pandemia, comentan líderes en salud.