
Washington, 24 may (ELINFORMADORUSA/EFE).-
El presidente estadounidense, Donald Trump, dijo este sábado que «ojalá» los tribunales permitan a su Gobierno continuar con las expulsiones de migrantes, en un momento en que distintos jueces han bloqueado varios de estos controvertidos operativos o incluso la orden de paralizar las matriculaciones de estudiantes extranjeros en la Universidad de Harvard.
«No es fácil, pero ojalá los tribunales nos permitan continuar», dijo Trump durante la ceremonia de graduación de la prestigiosa academia militar de West Point, en la que dijo que su Ejecutivo ha restaurado el propósito central de las Fuerzas Armadas, que según él es proteger las «propias fronteras de invasiones».
«Nuestro país fue invadido durante los últimos cuatro años, y han permitido la entrada de personas que no deberían estar aquí», clamó el presidente, afirmando, una vez más, que una gran cantidad de inmigrantes que han entrado en el país en los últimos años son «delincuentes» o enfermos mentales» y que su Gobierno los está «sacando y trayendo de vuelta a sus lugares de origen».
El mandatario recordó que ha desplegado al ejército en la frontera con México y otorgado el control de territorio federal junto a la divisoria a las Fuerzas Armadas y que gracias a eso se han reducido prácticamente a cero los «cruces fronterizos ilegales».
Las palabras de Trump llegan en un momento en que los tribunales siguen bloqueando las medidas más controvertidas de su Administración en materia de inmigración.
Una de las últimas se produjo esta semana, cuando una corte de Massachusetts ordenó no expulsar a ocho migrantes, incluyendo dos cubanos y un mexicano, a Sudán del Sur, edicto que supuestamente ha violado el Gobierno Trump, que permitió el despegue de un avión con estas ocho personas, que asegura a su vez que siguen bajo custodia federal en Yibuti.
A su vez, otra juez federal de Massachusetts bloqueó ayer temporalmente la decisión anunciada el jueves por el Departamento de Seguridad Nacional de paralizar las matriculaciones de estudiantes extranjeros en la Universidad de Harvard, institución a la que el Gobierno acusa de, entre otras cosas, fomentar el «antisemitismo» al autorizar protestas en contra de la campaña militar israelí en Gaza.
La institución, a la que el Ejecutivo le ha quitado además financiación y revocado su estatus fiscal desde principio de año, se ha negado a facilitar datos de estudiantes que participaron en las mencionadas protestas.