Tucson (AZ), 26 ene (ELINFORMADORUSA/EFEUSA).- Durante los 35 días que duró el cierre parcial de la Administración, el presidente Donald Trump perdió el respaldo de un buen número de agentes de uno de sus mayores soportes, la Patrulla Fronteriza, aseguraron a Efe uniformados de esta agencia federal.
Un ejemplo de la incomodidad de los agentes que hasta ahora habían apoyado al mandatario de manera casi unánime es la de David Ruiz, quien se jubiló el 31 de diciembre pasado, lo que le permite hablar libremente y sin temor a posibles represalias.
El agente jubilado retó a los miembros del Congreso y al presidente a no recibir ningún tipo de salario, porque, consideró en entrevista con Efe, solo así entenderían la situación que enfrentaron cerca de 800.000 empleados federales desde que cerró parcialmente la Administración el pasado 22 de diciembre.
Ruiz lamentó que hayan tenido que sufrir las consecuencias de la falta de acuerdo en Washington hasta hoy, cuando Trump anunció un pacto provisional con el Congreso para la reapertura por tres semanas de la Administración federal y que no incluye los 5.700 millones de dólares para su prometido muro fronterizo.
El agente dijo que, suceda lo que suceda en la capital, sus «compromisos» financieros personales y familiares continúan y que los pagos tardíos afectan su «reporte de crédito».
Y es que, a pesar del anuncio de reapertura del Gobierno y de que Trump agradeciese a la Patrulla Fronteriza y a la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), entre otras agencias de seguridad, aseguran que el daño ya está hecho.
«Ya los agentes y las compañías de prestaciones y servicios se afectaron. Los agentes pidieron estampillas de comida, préstamos, el estrés de la familia», dijo a Efe un agente que prefirió no ser identificado.
La frustración de los agentes que deben cuidar la frontera llevó a representantes del Sindicato Nacional de la Patrulla Fronteriza, que aglutina a cerca de 17.000 uniformados, a pedirles «una semana más de espera mientras el Gobierno declaraba la emergencia nacional y se podría reabrir el gobierno».
Aunque ayer la cadena CNN filtró que el Gobierno tenía un borrador de la declaración de emergencia, el mandatario hoy anunció un pacto para reabrir el Gobierno hasta el 15 de febrero.
En su intervención, el presidente insistió en la existencia de una «crisis humanitaria» en la frontera sur del país, lo que, en su opinión, exige la construcción del muro.
En su cruzada para levantar el muro con México, Treump se ha respaldado siempre en los agentes fronterizos, quienes le dieron su apoyo desde la misma campaña presidencial.
«Lo hecho, hecho está. La misma presión del sufrimiento de los empleados forzó abrir el Gobierno. La crisis que muchos países han tenido por años, este presidente la creó en 35 días», criticó el agente.
Y un tercer agente, que no quiso revelar su nombre, padre de tres hijos y que lleva 15 años con la agencia, recalcó que una gran parte de los oficiales están molestos con el cierre de gobierno.
Art Del Cueto, vicepresidente del sindicato de agentes de la Patrulla Fronteriza, visitó esta semana varias estaciones de la agencia en el sur del país para hablar con los agentes sobre el efecto de este cierre de gobierno.
«Hay de todo, agentes molestos y los que nos dicen que no hay problema, que esperan, especialmente los de Texas. Ellos han mostrado más apoyo», dijo a Efe Del Cueto sobre las críticas que ha recibido el sindicato por el apoyo al Gobierno Trump y la necesidad de construir el muro fronterizo.
Para justificar su respaldo al presidente, aunque eso fuera en contra de los intereses financieros de sus representados, De Cueto consideró «absurdo» el pensar que un sindicato de 17.000 personas «pueda parar un cierre de gobierno».
Este periodo de cierre no fue fácil para los agentes encargados de la seguridad fronteriza y se convirtió en el tema principal de conversación entre los uniformados, a los que, además de no cobrar, tampoco se les autorizó vacaciones ni permisos de ausencia laboral durante este tiempo.
Muchos de ellos se han quejado además sobre la forma en la que sus superiores en Washington han llevado el cierre de la Administración.
«La agencia está bajo control en Washington, pero en sí, apoyo de nuestra agencia no tenemos, solo apoyo moral, y eso no ayuda en nuestros compromisos hipotecarios», destacó Ruiz.