
Editorial por Luis Molina
El 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, esta fecha la intención de concientizar sobre la importancia del cuidado del agua dulce garantizando de esta manera su acceso y así evitar la escasez de este recurso, para algunas partes del globo esta posibilidad es muy remota, al grado de preguntarnos ¿Nos quedaremos sin agua?
Para contestar dicha pregunta primero hay que saber de dónde viene el agua, en muchos lugares el agua es abundante, la hay en ríos, lagos y lagunas, pero las condiciones no son iguales para todos ya que para algunos el agua es subterránea y con los cuales se sostiene a rancherías, pueblos, ciudades y grandes urbes.
En este contexto el obtener agua es más difícil para unos que para otros, sin embargo, esta no es una garantía de que, a los que la tienen de fácil manera, la vayan a tener siempre. Si a esto le sumamos que hemos tenido en el planeta las peores sequías en décadas, evitándose así la recarga de los bolsones de manera natural y que el crecimiento poblacional de todas las ciudades no ha menguado sino al contrario se revitaliza solo es cuestión de tiempo para un desastre anunciado.
¿Qué ciudad se sostiene sin agua? Ninguna, por lo que quedarse sin el recurso es imposible si queremos sobrevivir en este plano territorial, por ello urge al gobierno, instituciones, empresarios y sobre todo ciudadanos procurar el aseguramiento del pilar de la supervivencia, el agua es vida a final de cuentas, pero dado que cambiar al desierto no es posible y hacer llover parece más ficción que realidad debemos buscar soluciones en el ámbito más básico de la organización, se necesita una buena gestión. Es decir, no desperdiciar el recurso, hacer todo lo posible por procurar y al final tratar de estirarlo.
El camino que se debe seguir ha sido develado, pero el ideal no siempre es posible más cuando hablamos de las posibilidades de cada país. En lo personal cada quien puede aportar su granito de arena, como lo mencione antes, cuidando este valioso recurso, pero es difícil hablar del reciclaje de aguas y su complicada tecnología cuando hoy en día luchamos por cuestiones tan mínimas como la calidad y disponibilidad del agua que hace imposible realizar las tareas más básicas como lo es bañarse o lavar ropa y demás actividades para las cuales se necesita este precioso recurso natural.
Tal vez el agua no se termine tan pronto o de manera abrupta, pero si será más difícil de obtener en varias partes del globo, solo los privilegiados tendrán acceso a lo más imprescindible y quien pueda costearlo podrá sobrevivir en los lugares difíciles de obtener, una condición que atentara directamente contra los más vulnerables y de un recurso que hoy por hoy obtenemos a manos llenas y la mayoría de las veces lo derrochamos sin discriminación alguna.