Los Ángeles, 29 oct (ELINFORMADORUSA/EFE).-
Uno de cada tres latinos en Estados Unidos sería afectado por el plan de deportaciones masivas del expresidente Donald Trump, lo que crearía una crisis humanitaria en las comunidades hispanas y golpearía la economía del país y ciertas cadenas de suministros vitales para el país, según un análisis revelado este martes.
Al menos 28 millones de personas en el país se verían impactados si el expresidente (2017-2021) lleva a cabo su plan, según un reporte de FWD.us presentado hoy por una coalición de organizaciones defensoras de los inmigrantes y el senador demócrata por California Alex Padilla.
El estudio detalló que del total de personas potencialmente afectadas, cerca de 20 millones son latinos y están en riesgo de ser deportados o sufrir separación de familias, lo que representa una tercera parte de los miembros de esa comunidad en el país.
«Muchas vidas podrían ser destrozadas si es elegido Donald Trump y cumple con las promesas (de deportaciones masivas) que ha hecho», advirtió Padilla, que preside el Subcomité de Inmigración, Ciudadanía, y Seguridad Fronteriza en el Senado de EE.UU.
El demócrata subrayó que es importante que los votantes entiendan que la deportación de los aproximadamente 13 millones de indocumentados causaría «devastación» en comunidades enteras.
«No solo estamos hablando de inmigración, sino también de economía y de cómo muchos negocios se verían afectados», añadió.
En ese sentido, Janet Murguía, directora de UnidosUS, el grupo más grande de defensa de derechos civiles de los latinos en EE.UU., destacó que la deportación de millones de personas culminaría afectando varias cadenas de producción en el país. «Es una amenaza a nuestra economía», sentenció.
Promesa que crea división Murguía añadió que la popular promesa del candidato republicano no es sobre la seguridad sino «sobre la división».
Para Vanessa Cárdenas, directora ejecutiva de America’s Voice, el objetivo del republicano y sus asesores es impulsar que más gente «sea deportable» y citó las palabras de Stephen Miller, el principal asesor en inmigración de Trump: «América para los americanos».
Los activistas también pusieron como ejemplo del mensaje divisivo los comentarios hechos por el comediante Tony Hinchcliffe el domingo pasado en un mitin del republicano en Nueva York, donde llamó a Puerto Rico una «isla flotante de basura» y bromeó diciendo que a los latinos «les encanta tener bebés».
Aunque la campaña republicana se desmarcó de los comentarios, el expresidente no se ha querido referir a estos y este martes dijo que el mitin celebrado el fin de semana en el Madison Square Garden fue un «festival del amor».
Gustavo Torres, presidente de CASA in Action, que alienta el voto de los latinos y este año ha enfocado sus esfuerzos en los estados clave de Georgia y Pensilvania, advirtió de que los votantes puertorriqueños y latinos en esos estados «no olvidarán» las ofensas de las que han sido víctimas e instó a los electores hispanos a salir a votar.
El reporte, además, citó estudios que demuestran que aunque la mayoría de votantes hispanos están de acuerdo con más políticas de seguridad para la frontera también apoyan una reforma migratoria con vía a la ciudadanía.