Washington (EFE)
Estados Unidos reiteró este martes que su política es «no negociar» con quien secuestra a sus ciudadanos y afirmó que su objetivo es «traer a casa» a los 16 misioneros estadounidenses y uno canadiense que han sido capturados en Haití. Así se pronunció en una rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien no entró a valorar los 17 millones de dólares que reclama la banda 400 Mawozo para liberar a los misioneros que secuestró el sábado pasado en las afueras de Puerto Príncipe.
Preguntada sobre si Washington se mantiene firme en su principio de no negociar con secuestradores, Psaki dijo que esa «sigue siendo la política» y reiteró que el objetivo continúa siendo «traerles a casa», aunque rechazó entrar en detalles para salvaguardar la seguridad de los rehenes. En declaraciones al diario The Wall Street Journal, el ministro haitiano de Justicia, Liszt Quitel, explicó este martes que el FBI y la Policía haitiana están en contacto con la banda 400 Mawozo.
Los misioneros fueron secuestrados cuando viajaban en autobús después de visitar un orfanato. Entre los rehenes hay cinco niños y doce adultos de la organización de misioneros Christian Aid Ministries, con sede en el estado de Ohio, en el medio oeste de Estados Unidos. La cadena de televisión CNN, que también habló con Quitel, señaló este martes que los secuestradores se pusieron por primera vez en contacto con Christian Aid Ministries a las 16.43 hora local (20.43 hora GMT) del sábado para comunicarles su petición de rescate.
Desde esa primera llamada, el ministro indicó que se han producido varias más. Quitel añadió que el FBI, que ha enviado a agentes sobre el terreno, y negociadores de la policía haitiana están asesorando al grupo religioso sobre cómo proceder. Pese a encontrarse en Haití, el FBI no lidera esas negociaciones con los raptores ni se ha puesto en contacto directo con ellos. Aun así, «se ha advertido a los secuestradores sobre cuáles pueden ser las consecuencias de dañar a los rehenes», dijo Quitel.