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Reprobare, lamentable, penoso y vergonzoso, estos son tan solo algunos de los adjetivos calificativos que se pueden utilizar para la creciente violencia y el uso de armas que se está viviendo en Grand Rapids.
Y es que la diferencia entre este año y el pasado son solo la cantidad de muertos ya que los tiroteos siguen siendo y seguirán siendo el pan de cada día.
Ya no sabe uno en que momento van a suceder los tiroteos, da lo mismo si es en plena vía pública, a la luz del día, en las ferias, en los parques, cuando vas en tu auto o en tu propia casa ya de ninguna manera estamos a salvo.
Lamentablemente los tiroteos van en aumento y las autoridades informan que casi un 72% más de asaltos con armas están ocurriendo en Grand Rapids.
Y el problema radica sobre todo en los jóvenes ociosos, los cuales ya no van a la escuela como un escape o refugio de las tentaciones, de la falta de valores que estos están teniendo, pero sobre todo de la falta de atención de los padres.
Incluso a veces nos ha tocado ver como muchos niños comienzan aprendiendo la violencia y los malos hábitos desde el hogar.
El 2020 marcó historia como el año más mortífero, pero este parece que va por el mismo rumbo y si bien aún no se registran tantas muertes, la cantidad de tiroteos es impresionante.
Las autoridades simplemente no pueden, sus programas educativos para jóvenes son insuficientes, los canjes de armas son pocos, el control de armas ilegales los ha rebasado y las consecuencias se están viviendo con tanto tiroteo.
Es lamentable tener que decirlo, pero Grand Rapids ya no es una ciudad segura, y lo peor de todo es que la gente, aunque ya no se sienta segura, poco a poco van perdiendo el asombro y se van acostumbrando a tanta violencia y tanta muerte.