En este lugar, ubicado en la frontera con Estados Unidos, se decidió aislar los espacios para los clientes fabricando habitáculos con plástico y madera conglomerada, que asemejan peceras.
Durante las clases grupales, el único servicio que ofrecen por ahora y que Rojas ha bautizado «Covid Fitness», la dinámica parece la de siempre: apabullante música electrónica, luces de colores y una instructora dirigiendo cada ejercicio y repetición.
- En los cubículos, donde los asistentes resultan muy visibles, hay pesas, bicicletas estacionarias y colchonetas, entre otros.
Una vez dentro, todos trotan, hacen sentadillas o flexiones, algunos usando mascarillas, al comando de Michie Rojas, la entrenadora del «Covid Fitness», quien remarca que todo se desinfecta entre clases para mayor seguridad.