Washington (EFE)
Estados Unidos afronta una «nueva fase» de la pandemia, que se ha extendido tanto a zonas urbanas como rurales, y ha llevado a las autoridades a recomendar que se redoblen las medidas de precaución. La advertencia la hizo la coordinadora del grupo de trabajo de la Casa Blanca contra el COVID-19, Deborah Birx, quien admitió que lo que están viendo en el país «hoy es diferente de marzo y abril».
«Esta epidemia ahora mismo es diferente y es amplia, está más extendida. Y es tanto rural como urbana», declaró la experta al programa «State of the Union», de la cadena CNN.
Después de que estados como Nueva York y Nueva Jersey, ubicados en la costa este, fueran azotados por la pandemia en los meses posteriores a la llegada de la enfermedad al país, los casos se han trasladado a zonas como California, Florida y Texas.
A USAR MÁSCARAS
Este domingo, Estados Unidos sumaba 4,65 millones de casos del coronavirus SARS-CoV-2, que ha causado 154.779 muertes en el país. Birx puntualizó que el virus, del que Estados Unidos reportó el primer contagio en enero pasado, «está extraordinariamente extendido».
De allí que pidió seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias, al puntualizar que quienes viven en zonas rurales no son «inmunes» ni están «protegidos contra el virus». «No importa dónde vivas en Estados Unidos, tienes que usar una máscara», afirmó.
«Si tiene un brote en su área rural o en su ciudad -complementó-, debe considerar usar una máscara en casa, asumiendo que es positivo, si tiene personas en su hogar con comorbilidades».
También la experta se inclinó por la educación a distancia, en los lugares donde «hay una gran cantidad de casos y una propagación activa». «Al igual que pedimos a la gente que no vaya a bares, que no celebre fiestas en el hogar, que no cree eventos de gran difusión, pedimos a la gente que aprenda a distancia en este momento para poder controlar esta epidemia», sostuvo.
CONTAGIOS EN FLORIDA EMPIEZAN A CEDER
Este domingo, Florida contabilizaba 7.104 casos nuevos de la COVID-19 y 62 fallecimientos por la enfermedad en las últimas 24 horas. Esto representa un total de 487.132 personas contagiadas y 7.084 fallecidas en ese estado.
Hace justamente una semana se reportaban 9.344 nuevos casos en 24 horas en el «estado del sol», que cuenta con 21 millones de habitantes. California, cuya población bordea los 40 millones de habitantes, es el estado con más contagios en el país (508.447), seguido por Texas (444.738), lo que ha obligado a sus autoridades a pausar los planes de reapertura.
Nueva York se mantiene como el más golpeado, ya que acumula 32.710 fallecidos por la enfermedad, de la que suma 416.298 positivos.
UN «LARGO CAMINO»
Y mientras la pandemia avanza, sus efectos continúan afectando a millones de estadounidenses que han perdido el empleo debido al confinamiento y a la lenta reactivación de las actividades no esenciales.
Como un paliativo a la situación, líderes demócratas y representantes del presidente de EE.UU., Donald Trump, negocian un nuevo paquete de ayuda, aunque de momento no vislumbran un acuerdo. El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, anticipó este domingo que tienen por delante un «largo camino por recorrer».
«No soy optimista de que habrá una solución a muy corto plazo», afirmó el funcionario en el programa «Face the Nation», de la cadena CBS News. Las conversaciones en las que participan la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, así como el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y Meadows han cobrado especial interés después de que el viernes venciera la vigencia de la ayuda al desempleo incluida en el plan de rescate fiscal de finales de marzo.
El Departamento de Trabajo estima que más de 17 millones de estadounidenses reciben asistencia por desempleo en medio de la debacle económica provocada por la pandemia, que disparó la tasa de desocupación a 11,1 % en junio, después de haber arrancado el año en el 3,5 %.