Nueva York, 20 feb (ELINFORMADORUSA/EFE).-
El juicio por narcotráfico contra el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández comenzó este martes en Nueva York con la selección del jurado y en medio de una gran expectación mediática y de la comunidad hondureña, que protestaba frente al tribunal.
Juan Orlando Hernández (JOH), que hoy apareció vestido con traje de chaqueta y corbata, será juzgado en una corte federal de Manhattan por delitos asociados al narcotráfico y las armas en un proceso que se espera dure tres o cuatro semanas, según recordó esta mañana el juez Kevin Castel.
En la apertura formal del juicio, unos 40 candidatos a jurado llamados por las autoridades entraron en la sala y el juez les preguntó si tenían algún problema para asistir al proceso completo; muchos levantaron la mano y están siendo entrevistados en privado para conocer sus motivos.
Está previsto que la selección del jurado dure dos jornadas y que el cribado abarque unas 200 personas: si todo va bien, hoy serán seleccionados seis jurados y mañana los otros seis que compondrán el panel encargado de analizar las pruebas de las partes y emitir el veredicto contra JOH.
También se seleccionarán tres jurados de reserva.
Numerosos periodistas y ciudadanos hondureños acudieron al tribunal para seguir las diligencias, pero dada la gran cantidad de candidatos a jurado no se permitieron visitantes en la sala del juicio y han sido alojados en una sala contigua con pantalla y altavoces.
Durante la primera media hora, antes de empezar la selección del jurado, se trató una moción de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York sobre una potencial testigo, una mujer que es pareja de un líder hondureño de la Mara Salvatrucha, y que el juez aceptó en el caso.
Fuera del tribunal, un grupo de hondureños protestaban con carteles en los que se podían leer consignas contra JOH, llamándole «narcopresidente» y «corrupto» y merecedor de «cadena perpetua», y también contra sus «socios testaferros» y su esposa Ana García, a la que se reclamaba «extraditar».
El juicio, sometido a un gran escrutinio mediático, ha atraído incluso a hondureños residentes en otras ciudades de Estados Unidos, como una mujer que se identificó como Glenda, periodista y ama de casa, que ha viajado desde Idaho a Nueva York para «conocer la verdad» de primera mano.